Kris Duncan decidió dejar comida en la repisa de una de las ventanas de su apartamento en Paris, con la esperanza de ver las aves detenerse para comer y sentir un poco de compañía en este aislamiento. Esta rutina la realizó por semanas hasta lograr ganar la confianza de una paloma que decidió finalmente parar en la ventana de Kris.
Dice kris que las dos primeras semanas de aislamiento fueron una difícil prueba para él, y decidió distraerse de alguna manera, y se le ocurrió atraer algunas aves hasta su ventana.
Él le dijo a The Dodo:
«Durante las primeras dos semanas de encierro, me faltaba la interacción humana, y como un gran amante de los animales, pensé que comenzaría a alimentar a las palomas, ya que imaginé que estarían más hambrientas de lo normal con todos en el interior».
Hombre se gana la confianza de una paloma
Entre las palomas que pasaban para alimentarse por la ventana, el hombre notó que una tenía una particularidad, esta ave se veía angustiada y no lograba caminar con normalidad, al mirar de cerca él notó que la paloma traía enredada en sus pequeñas patas una cuerda.
Este hombre decidió que debía ayudar a esta ave en apuros, así que pensó en la manera de poder acercarse.
Kris dijo:
«Su movimiento estaba restringido por la cuerda, mi reacción inicial fue tristeza, odio ver a los animales pasar por un dolor o sufrimiento innecesario».
La paloma no se acercaba a Kris, aún podía volar y conservaba su autonomía, pero esa reacción no desanimó al hombre, decidido a ayudarle, cada día él se acercaba a la ventana para demostrarle que solo buscaba su amistad.
A su lado llevaba siempre comida y un par de tijeras con la esperanza de cortar el hilo apenas ganara su confianza.
A pesar de que no era una tarea fácil, no se desanimó nunca.
Kris Agregó:
«En el transcurso de las siguientes cuatro semanas, traté de encontrar varias ideas y soluciones, sin embargo, al final, todo se redujo a la confianza. La alimentaba todos los días para que supiera que no era una amenaza».
Kris registró en vídeo todo el proceso que tuvo que afrontar para lograr su objetivo, feliz de que su persistencia finalmente diera fruto.
Él comentó:
«Hubo muchos intentos fallidos, pero la perseverancia lo era todo».
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A pesar de que pudo ayudarla, alrededor de las patas de la paloma aún queda algo de la cuerda, pero Kris tiene la esperanza de removerla por completo en sus próximas visitas, ya que esta ave aún pasa por su ventana cada día.
Kris está muy complacido por su nueva amiga y dice:
«Normalmente me está esperando en la mañana, a veces en las noches y en ocasiones por las tardes».
Seguramente este hombre no imaginó que salvaría a esta paloma y se ganaría su amistad cuando se le ocurrió colocar algo de alimento en su ventana para sentirse acompañado.
Kris dijo:
«Fue mucho tiempo y esfuerzo y realmente estaba muy feliz, en general, es una gran sensación».
