Brandee y Casey Mulligan acogieron a Butters en su familia cuando su hijo Mayer tenía solo unos meses. En cuanto lo conocieron, se hizo evidente que el niño y su perrita habían conectado casi que al instante. La perrita no solo se acurrucaba con el bebé Mayer, sino que también le encantaba subirse a su mecedora; ¡nada podía mantenerla alejada del recién nacido!
A medida que Mayer se volvía más enérgico, lo único que quería hacer era retozar y acurrucarse con su mejor amiga.
Brandee, madre de tres hijos, dijo a Metro UK:
“Butters es la perrita perfecta. Ella es juguetona, gentil y ama a los niños. Mi esposo creció con perros y decidimos que queríamos lo mismo para nuestros hijos: Marley, ahora ocho, Miller, ahora cuatro y, por supuesto, Mayer”.
Niño y su perrita crecen juntos y se convierten en amigos
La mujer agregó:
“Antes de que trajéramos a Butters a casa, la imaginé creciendo junto a nuestro bebé y me derritió el corazón. Tan pronto como fueron presentados, Butters fue muy amable con Mayer”.
Ahora, estos dos están muy unidos y disfrutan persiguiéndose y jugando. Su vínculo es tan estrecho que lo hacen todo juntos, desde nadar en su casa del lago hasta compartir las comidas o pasear tranquilamente por el vecindario. Incluso es divertido verlos robarse los juguetes.
Brandee cuenta:
“Al principio, estaba un poco nerviosa de que sería muy difícil entrenarla y de que sería ágil con el bebé, pero no podríamos haber tenido una experiencia más positiva. Ella es tan inteligente y dulce, y nunca ha mordido al bebé o a los niños, ni ha sido agresiva”.
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Brandee nos recuerda que lo único que debemos tener en cuenta es la tendencia de Butters a morder y estropear peluches y juguetes de madera. Esta madre de Wisconsin afirma que presenciar cómo ambos crecen juntos ha sido una experiencia reconfortante para su familia, y ¡que no cambiaría por nada!
Finalmente, Brandee dijo:
“Ver cómo los ojos de Mayer se iluminan alrededor de Butters es la mejor sensación. Me encanta ver cuánto le gusta a Butters estar con los niños también. No creo que se dé cuenta de que es un perro, solo cree que es nuestro cuarto hijo y el cuarto hermano de nuestros hijos”.
