Liz Clark, una muy decidida y autoproclamada «pirata» de 38 años de edad, tomó la determinación de dejar su trabajo y navegar por todo el mundo desde el año 2006. Ella era camarera en San Diego, California (Estados Unidos). Liz recibió un velero Cal 40 con la condición de documentar sus asombrosas aventuras por todo el mundo.
En el año 2013, la «Capitana Lizzy» rescató a una gatita de 6 meses, quien se convirtió en su segundo al mando a bordo de su velero. La felina llamada Amelia The Tropicat, se adaptó a su vida en el agua bastante bien.
Amelia era una experta pescando desde la orilla del bote, dando grandiosas caminatas por la playa y realizando senderismo.
Mujer deja su trabajo y navega con su gato rescatado
Durante el tiempo que lleva viajando alrededor del mundo, Liz agradece la compañía de Amelia; siempre pensó que la gatita le daba ese toque de hogar al yate. Juntas recorrieron muchos lugares a lo largo de la costa occidental de México y América Central, así como el Pacífico Sur.
Liz ha hecho varios circuitos alrededor de las islas de la Polinesia Francesa y ha pasado tiempo explorando las islas orientales de Kiribati. Sin duda son demasiadas memorias e increíbles experiencias.
Para Liz, la idea de recorrer el mundo en velero surgió cuando tenía nueve años y viajó por seis meses en el barco de su familia hasta las costas de México.
La experiencia de la naturaleza y la posibilidad de conocer una nueva cultura, sumado a la libertad de navegar en el mar abierto, cautivaron por completo a Liz desde entonces.
Hace algunos años en una entrevista con Traveler, Liz dijo:
«Me encontré a Amelia en el camino. Tenía seis meses y vivía en la jungla. Después de aprender a confiar en mí, empezó a tener menos miedo del mar y de los sitios a los que navegábamos. Sabe que está a salvo cuando estamos juntas».
Durante el tiempo que lleva recorriendo el mar a bordo de su velero llamado Swell, ha pasado por grandes experiencias que la han enriquecido. Liz recuerda con nostalgia cuando encontró a la gatita; era muy delgada, de unos seis meses y hambrienta de comida y amor. Era imponente y muy valiente.
Durante sus años de viaje, fueron innumerables los gatos y perros abandonados que Liz pensó en ayudar, pero ella dice que no le parecía justo someterlos a su estilo de vida nómada.
En una entrevista con Patagonia, Liz habló acerca de su vida junto a Amelia y todas las experiencias maravillosas que compartieron alrededor de sus viajes.
Liz recuerda:
«No sé exactamente qué me pasó ese día; solo recuerdo que fue insoportable irme sin ella. La llamé Amelia, en honor a la venerada señorita Earhart, sintiendo enseguida que compartíamos una sed de aventuras».
Amelia siempre fue dominante y disfrutaba dirigir todo a bordo del yate, y Liz, por su parte, siempre que era posible, la dejaba. Tenía una mirada astuta y decidida, bastante ágil y lista a enfrentar cualquier aventura.
Lamentablemente, después de todas estas historias, travesías y grandiosas aventuras junto a Liz, Amelia partió hacia una aventura en solitario, pero dejó los mejores recuerdos y grandiosas anécdotas para ser siempre recordada.
Puedes conocer un poco acerca de Liz y su aventura en velero en su cuenta de Instagram y Facebook.
Esta entrada fue modificada por última vez en 2 abril, 2021
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