Es difícil realizar una actividad física en época de invierno, incluso cuando eres un perro, por esta razón, un hombre decidió convertir su patio en un paraíso invernal para sus perros. Brian Keith Einarson, vive en Winnipeg, Canadá, con sus tres mascotas, allí el clima es frío y se enfrenta a cinco meses de invierno cada año.
Él sabe muy bien las complicaciones que trae este clima y luchaba para tener a sus perros sanos y en forma, pero ellos preferían dormir.
Analizando este comportamiento con preocupación, el hombre decidió crear una motivación para que sus perros quisieran salir a jugar en medio de la nieve.
Hombre transforma su patio en un paraíso invernal
Brian se las ingenió, y llego a la determinación de convertir su patio en un paraíso lleno de túneles creados con la nieve.
La construcción de los túneles comenzó como una forma de facilitar la limpieza de los excrementos de sus mascotas, pero terminó convirtiéndose en un lugar muy divertido.
Brian dijo a The Dodo:
«Soy camionero y llego a casa por la noche, es muy oscuro y es difícil encontrar los desechos de mis mascotas. Así que, simplemente abrí caminos para poder encontrarlos. De lo contrario, en primavera, tendrías un desastre bastante grande y poco atractivo».
Entonces, lo que hizo Brian fue convertir todos estos caminos en túneles de nieve, para incentivar a sus mascotas a jugar en el patio.
Para facilitar su construcción, contrató algunos niños del vecindario que trabajaron en el proyecto después de la escuela, y en un mes, completó el palacio.
Según Brian, no es muy difícil la construcción de estos creativos túneles de nieve, si cuentas con el material y las herramientas adecuadas para trabajar.
Brian dijo:
«Haces montones de nieve y dejas que repose durante una o dos semanas. Luego puedes comenzar a cavar hoyos en las pilas y lo que cavas lo pones encima. Cada hoyo tardó unos diez minutos en hacerse, tomó unas 20 horas en total hacerlo después de la escuela».
Pero, incluso con un divertido patio de recreo, los perros aún no estaban muy convencidos de querer jugar en un clima tan extremadamente frío.
Entonces, Brian pensó en golosinas como otra motivación, las cuales dejó escondidas en diferentes partes de los túneles y encima de los montones de nieve.
Brian dijo:
«Observan desde la ventana mientras pongo golosinas por todo el lugar. Tan pronto como me ven venir y abro la puerta, es una carrera loca de cada perro para obtener tantas golosinas como puedan. Corren, las agarran y siguen buscando».
Después de pasar un buen rato en el palacio de nieve, los perros comienzan a enfriarse y saben que deben volver a casa en busca de calor.
Su padre los espera en la puerta y los deja entrar para que puedan descansar un buen rato, y estén listos para cuando sea la hora de volver a jugar.