En algún momento de nuestras vidas, todos necesitamos un amigo, un hermano, o un compañero en quién confiar, para que los problemas que enfrentemos se vuelvan más fáciles de sobrellevar. Un claro ejemplo de ello es un pequeño y adorable perro salchicha que demostró que con paciencia y amor se logran grandes cosas.
Cuando Arnold, un Weimaraner de 2 años, era solo un pequeño cachorro, tuvo una mala y desagradable experiencia con un gigante pastor alemán. Como era de esperarse, este encuentro aterrador dejó una gran cicatriz en el corazón de Arnold, que por cierto ya sufría de ansiedad por separación.
Weimaraner que sufre de ansiedad recibe ayuda
Lo peor fue que luego de este enfrentamiento, Arnold se volvió aún más temeroso, sobre todo con los perros de gran tamaño. A pesar de eso, su madre Carolyn Manalis, quién vive en Perth, Australia, sabía que tenía que hacer algo para ayudarlo.
Ella estaba segura de que tenía que haber algo que estuviera en sus manos para hacer que Arnold se sintiera mejor. Fue entonces cuando Frank, un hermoso perrito salchicha miniatura, apareció en la vida de ellos; era el cachorro más tierno y amistoso que habían conocido.
Carolyn había decidido adoptar a Frank luego de que un amigo suyo se lo diera, en ese momento ella pensó que sería una buena compañía.
Desde que llegó a casa, el pequeño asumió el trabajo de ser un perro de apoyo emocional para su hermano mayor.
Aunque los perros de apoyo emocional generalmente funcionan para los humanos, Carolyn sabía que Frank ayudaría a Arnold con su ansiedad.
Carolyn dijo a Caters News:
«El vínculo que tienen estos dos perros es increíblemente hermoso. Están muy conectados, se aman y se apoyan mutuamente. Si alguna vez uno llora, el otro está ahí en medio segundo para comprobar que está bien. Su amor es incondicional, independientemente de su tamaño o raza».
Por extraño que parezca, aunque Frank es muy pequeño y más joven, es el que tranquiliza al gigante de 66 libras cuando entra en crisis.
Gracias a su confianza, dedicación y amabilidad, el adorable perro ha logrado que Arnold supere lentamente su ansiedad paralizante. Cada día que han pasado juntos, su madre ha podido notar cómo poco a poco Arnold mejoraba cada vez más su actitud, e iba superando sus problemas.
Carolyn dijo:
«Frank ha ayudado a Arnold a recuperar su confianza para poder jugar y luchar mientras aprende que esto no siempre significa que lo lastimarán o atacarán. Tener un amiguito con quien jugar ha sido la terapia perfecta para que Arnold se cure».
El pequeño cachorro ayudó a que Arnold recuperara totalmente su confianza, y con ello, a que su padecimiento de ansiedad quedara en el olvido.
Si bien, Frank ha sido un apoyo muy importante para Arnold, este también ha aprendido muchos trucos de su querido hermano mayor.
Carolyn dijo:
«Juramos que Frank piensa que Arnold es su padre. Siendo el segundo hijo, definitivamente no recibió tanto entrenamiento y atención como el primero. La mayor parte de lo que ha aprendido, lo ha aprendido de Arnold».
Por lo general, los hermanos menores suelen copiar todo lo que hacen sus padres o hermanos mayores; Frank no es la excepción a la regla. Según Carolyn, Frank copia todo lo que hace Arnold, tanto que si Arnold ladra o hace un sonido, Frank lo imita inmediatamente, como si fuera un “loro”.
Carolyn dijo:
«Arnold le enseñó a Frank cómo comportarse en la casa, cómo ladrar a los intrusos, cómo perseguir una pelota, cómo pararse y esperar a que le pongan el collar y la correa, cómo sentarse y esperar antes de cruzar la calle. Dondequiera que Arnold camine, Frank lo seguirá».
Sin duda es una adorable pareja de hermanos que se han sabido ayudar mutuamente para salir adelante; demostrando lo importante que puede llegar a ser un apoyo en nuestras vidas.
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