La semana pasada, en la ciudad de Bauru, Brasil, un grupo de paramédicos recibió la información sobre un hombre que necesitaba ayuda de manera urgente. Cuando llegaron al lugar se encontraron con el hombre que estaba tirado en el suelo, ya que al parecer había sufrido una fuerte convulsión.
Los paramédicos se acercaron al hombre y de inmediato se enteraron de que no estaba solo, a su lado estaban sus dos perros, Bob y Chiara. Ambos estaban cuidando a su mejor amigo y no tenían la menor intención de dejarlo solo, después de todo, son una familia unida.
Perros insisten en viajar en una ambulancia
Los rescatistas subieron al hombre a la ambulancia, y para sorpresa de todos, los dos perros decidieron seguir los pasos de su dueño.
Dejaron claro que no abandonarían a su amo, por lo que los paramédicos informaron a sus superiores que toda la pandilla viajaría en la ambulancia.
Patricia Iolanda, supervisora de paramédicos, escribió en Facebook:
«Preocupados por la vida del paciente y los perros [si los hubieran dejado solos]… el equipo decidió no separar a los amigos».
Entonces, finalmente todos emprendieron el viaje hasta el hospital, y cuando llegaron allí entraron al hombre en urgencias, pero los dos perros se quedaron esperando afuera.
Bob y Chiara se instalaron justo al frente de la puerta, pues querían esperar en este lugar hasta que su mejor amigo regresara.
Los perros fieles tuvieron que esperar lo que restaba del día y toda la noche, pero al día siguiente sus corazones recibieron el mejor calmante. Luego de recuperarse del incidente y ser monitoreado por los médicos, el hombre recibió el visto bueno del personal y pudo regresar con sus amados perros.
Los perritos estaban muy emocionados de ver nuevamente a su mejor amigo, para ellos cada minuto de espera finalmente había valido la pena.
Patricia escribió:
«Si esto no es amor, no sé qué lo es».
Los paramédicos se encuentran todos los días con diferentes incidentes, pero presenciar este tipo de casos les demuestra lo que significa el verdadero amor.
Sin duda, la adorable actitud de Bob y Chiara siempre será recordada por los paramédicos, y su dueño sabe que tiene a los dos mejores guardianes.
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