Sydnee Geril, de 25 años de Ocala, Florida (Estados Unidos), ha enfrentado una batalla muy difícil, y su mayor apoyo lo encontró en su perrita de servicio llamada Tulsa. Sydnee y Tulsa han sido inseparables desde el instante en que se conocieron; mientras la mujer da una gran batalla contra el sarcoma de Ewing, una clase poco común de cáncer de huesos.
Ella fue diagnosticada en el año 2017 y soportó nueve meses de terapias antes de entrar en remisión. Esta enfermedad la ha llevado a afrontar muchos miedos y a su lado siempre ha contado con el apoyo de su perrita.
Sydnee tiene una fobia a las agujas, que incluso causa que en medio de las sesiones de quimioterapia se desmaye, pero en todo momento cuenta con Tulsa como gran apoyo emocional.
Perro usa un traje especial para estar junto a mamá
Durante ese tiempo en el hospital, Sydnee era frecuentada por perros de terapia y siempre se sintió reconfortada por estos animales. Ella decidió buscar su propio perro y así llegó Tulsa a su vida.
Desafortunadamente, recibió la noticia 8 meses después de salir del hospital del regreso de su cáncer, y en ese momento decidió que entrenaría a Tulsa como su perro de servicio.
Ha sido un trabajo arduo, la perrita de dos años aún está aprendiendo cómo apoyar en todo el proceso a su madre, pero ha demostrado ser de gran ayuda. Esta canina detecta cuando Sydnee está a punto de desmayarse y le avisa colocando una pata sobre su pierna; lo que le da tiempo de prepararse.
Debido a la pandemia a causa del COVID-19, Tulsa no pudo acompañar a su madre durante las quimioterapias, ya que comprometía su sistema inmunológico. Sydnee no podía correr el riesgo de contagio a través del pelaje de Tulsa.
Todo esto fue un gran golpe emocional y físico para la mujer, quien ahora debía usar una silla de ruedas como precaución en caso de desmayarse, pero lo más importante era que extrañaba a su compañera.
Por fortuna, finalizando el mes de mayo, Sydnee encontró un traje para su mascota llamado Shed Defender, una prenda elástica y lavable, diseñada para usarse para cubrir el pelaje del perro. Funcionaba perfecto para que Tulsa pudiera acudir junto a su madre al hospital.
Aunque en un inicio la perrita demostró incomodidad por el traje y las botas; luego de horas de juego y entrenamiento positivo, se ha adaptado al uso del traje. Ahora su madre solo debe limpiar su carita luego de cada cita y contar con su compañía de forma segura.
Sydney en una entrevista dijo a TODAY:
“Es un mundo nuevo ahora y estamos encontrando nuevas formas de afrontarlo, y estoy muy feliz de que podamos encontrar nuevos usos para productos como ese”.
La mujer agregó:
“Estoy tan feliz de tenerla de vuelta. Honestamente, no me di cuenta del gran impacto que tuvo hasta que no la tuve».