La hermosa sonrisa de Bear suele iluminar cada lugar al que llega. Por su personalidad contagiosa y su fe en la humanidad, nunca sabrías que antes era un perro sin hogar, pero nunca perdió la esperanza de que las cosas acabaran saliendo como quería.
Tras pasar ocho años en la calle, Laura Forma, cofundadora de This Is Houston, acogió a Bear en su hogar y este simple acto cambió por completo su vida.
Laura le dijo a The Dodo:
“Encontramos a Bear, pero nos tenía mucho miedo. Cuando tratábamos de capturarlo, alguien señaló una casa a la que pertenecía Bear, [entonces] fuimos a hablar con ese residente. Ella lo había estado alimentando durante 8 años”.
Perro sin hogar con poco tiempo de vida recibe el mejor regalo
Laura y su equipo se acercaron al perro y vieron una gran masa en su cara. Pronto se dieron cuenta de que Bear necesitaba atención médica de inmediato.
La rescatista agregó:
“Él no habría sobrevivido ni un día más por su cuenta. La masa pesaba tres libras y media cuando se extirpó quirúrgicamente. Es triste pensar que tuvo que cargar con esa cosa durante tanto tiempo”.
Bear se enfrentaba a muchos retos, el más difícil no parecía ser la masa en su rostro. Tras múltiples pruebas, el veterinario descubrió que además padecía de la enfermedad del gusano del corazón, insuficiencia cardíaca, linfoma y carcinoma.
Con un pronóstico de solo 3 a 12 meses, Bear estaba decidido a quedarse un tiempo más ahora que por fin conocía el amor y la bondad.
Laura cuenta:
“Él va al veterinario semanalmente, [y] nos complace informar que ha estado en remisión durante un par de meses. Hasta el día de hoy, no hay signos de cáncer. ¡Lo está haciendo genial!”.
Bear tendrá que ir al veterinario con regularidad por sus otras afecciones, pero Laura dice que nunca se notaría al mirarlo. Es un perrito feliz que mueve la cola y ladra cuando se despierta cada mañana.
La rescatista y su pareja, Tom, decidieron convertir a Bear en un miembro permanente de su familia después de que su personalidad les llegara al corazón. Ahora, el antes solitario perro puede disfrutar de largos paseos en auto y tener todo el amor y los mimos que pueda pedir.
Laura dice:
“Es una locura pensar que este chico perfecto fue un perro callejero toda su vida. Es un recordatorio constante de que la vida continúa y puede mejorar. Pasar por todo lo que pasó y seguir siendo feliz hoy, esas son tantas lecciones de vida allí mismo. Él nos da un propósito”.
Aunque Bear está en remisión, Laura se asegura de apreciar y disfrutar de cada día que comparte con su dulce chico.
Ella añadió:
“[Él ha] traído tanta alegría. Es casi imposible estar cerca de él, o incluso mirarlo y no sonreír. Cuando no está allí, puedes sentir que falta algo. Nos hace querer pasar nuestros días dándole todas las oportunidades para experimentar las alegrías de la vida mientras todavía pueda”.
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