Cuando Donna Lochmann exploró inicialmente un edificio abandonado en St. Louis (Misuri) en nombre de Stray Rescue of St. Louis (SRSL), no pudo encontrar al perro del que les habían informado. A pesar de que una persona compasiva se puso en contacto con ella para informarle de su posible ubicación, la rescatista no pudo localizar al animal al llegar al lugar.
Donna le dijo a The Dodo:
“Buscamos en todos los pisos y nunca vimos nada. No había un perro, nada”.
A medida que bajaban las temperaturas y aumentaban las quejas por los ladridos de un perro desde el interior del edificio, Donna decidió volver para otra búsqueda. Esta vez, acabó tropezando con una perrita.
Perrita encontrada temblando en unos escombros recibe ayuda
La rescatista dijo:
“Cuando llegué a la parte trasera del edificio, vi una perrita tirada en el pasto. La vi correr hacia la parte trasera del edificio y entró, así que la seguí”.
Lamentablemente, Donna llegó demasiado tarde al edificio y no pudo localizarla por ninguna parte. No dispuesta a aceptar la derrota, volvió al refugio con una misión: ¡conseguir la ayuda de otros miembros del personal para encontrar a la perrita antes de que fuera demasiado tarde!
Al día siguiente, Donna y su equipo regresaron al edificio con un objetivo en mente: encontrar a la asustada perrita. Así que, mientras iban de habitación en habitación buscando pistas, irrumpió un sonido inesperado: ¡un ladrido!
Donna recuerda:
“Llegué allí y había una pobre perrita tirada entre los escombros de este edificio. Estaba absolutamente temblando, sus piernas temblaban tan fuerte”.
A pesar de las gélidas temperaturas, la rescatista comprendió que era el miedo y no el helado clima lo que provocaba los escalofríos de la perrita.
Donna agregó:
“Me sentí tan mal por ella. Ha pasado un tiempo desde que vi a uno temblando tanto, y es desgarrador verlos tan asustados de ti”.
En lugar de esforzarse por sacarla con una correa, Donna optó por utilizar una jaula de plástico, ya que así sería más fácil y menos estresante. Al fin y al cabo, sacarla a pie de entre los escombros era casi imposible, además de que podría haber causado más ansiedad en una situación que ya de por sí era delicada.
La voluntaria dijo:
“Una vez que estuvo en la jaula, estaba tranquila”.
Donna y su equipo sacaron la jaula del edificio, asegurándose de ser delicados con su preciosa carga. Luego la colocaron cuidadosamente en su Jeep antes de emprender un emotivo viaje de vuelta al refugio. A su llegada, la sometieron a una minuciosa evaluación médica, ¡que afortunadamente obtuvo las mejores calificaciones!
La perrita fue llamada Habanero, en el refugio se alegraron al comprobar que se encontraba en buen estado de salud. Sin embargo, su estancia inicial en el refugio la hizo sentirse asustadiza.
Donna recordó:
“Todavía estaba bastante asustada al principio. Pero ella se dio cuenta bastante rápido. A los pocos días, ya no gruñía y dejó de temblar cuando hablábamos con ella”.
Habanero ha estado disfrutando de su tiempo con el personal del refugio, aclimatándose lentamente a su nuevo entorno. Recorren los locales adyacentes del refugio en sus excursiones diarias, intercambiando muchos mimos cariñosos por el camino.
Ahora que Habanero por fin se ha acostumbrado a su entorno, Donna cree firmemente que está lista para un hogar de acogida. Aunque será otra transición para esta chica de siete años, confía en que resistirá y prosperará en este entorno.
Finalmente la mujer dijo:
“Una vez que ingrese a una casa, tendrá que adaptarse un poco. Sin embargo, lo hará muy bien. Me alegro de que ya no esté temblando”.
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