Junior Cook estaba explorando las aguas de una pequeña isla canadiense, cerca de Cross Keys, Manitoba, sin saber que haría parte de un increíble rescate. Mientras navegaba, él y su amigo acompañante, escucharon varios ruidos extraños que provenían de la pequeña isla, que se suponía estaba deshabitada.
Como sabían que la isla estaba abandonada, no le prestaron mucha atención a lo ocurrido, pero este asunto quedó rondando la cabeza de Junior y decidió volver al día siguiente.
Preocupado por el incidente, Junior pensaba que los sonidos podían ser gritos de alguien que necesitaba ayuda, por lo que quiso investigar de manera profunda.
Rescatan a siete cachorros en una isla
Cuando llegó al lugar, Junior no podía creer lo que veía, eran siete cachorros abandonados que lloraban y corrían angustiados por toda la isla.
El hombre quería ayudarlos, no podía dejarlos allí, por lo que se puso en contacto con la organización local de animales Manitoba Animal Alliance; quienes se dedican a rescatar animales y los transportan hasta refugios locales o de otras zonas, con el fin de conseguirles un hogar para siempre.
Por suerte para los cachorros, esta organización decidió ayudar en el rescate y estaban dispuestos a aportar toda su experiencia para salvarlos.
El grupo escribió en Facebook:
«Este no es un caso aislado, ocurre diariamente en Manitoba y en todo el mundo».
Al principio, Junior y su amigo pensaban que los ruidos provenían de lobos, pero por fortuna él decidió volver a la isla para comprobar lo que pasaba.
Deb Vandekerkhove, director del centro de rescate, dijo a CBC:
«Él y su amigo estaban fuera y ya estaba oscureciendo, y escucharon algunos ruidos en la isla. Tomaron sus binoculares y no pudieron ver nada más que algunas sombras oscuras, y escucharon un montón de llanto. Originalmente pensaron que eran lobos».
Aunque la organización estaba dispuesta a ayudar de manera oportuna; organizar el transporte para este caso en particular, era más complicado de lo pensado. Por ello, decidieron entregar paquetes de comida para alimentar a los perros durante los días siguientes, mientras creaban una forma de sacarlos de la isla.
Junior siguió ayudando durante todo el proceso de rescate e incluso llevaba los paquetes de comida a los perritos todos los días.
Los pequeños estaban completamente desnutridos, al borde de la muerte y estaban tan hambrientos que el primer día se comieron un bulto entero de comida.
Aunque los perros eran bastante tímidos y se alejaban cada vez que veían el bote de Junior, esta situación fue cambiando con el paso de los días y se volvieron más amistosos.
Finalmente, los cachorros fueron rescatados de la isla y viajaron 330 millas hasta Winnipeg, donde fueron acogidos por el refugio Winnipeg Pet Rescue Shelter.
Deb dijo:
«Fueron llamados la tripulación de Gilligan’s Island: cuatro niños y tres niñas».
Los perritos fueron llamados en honor a los personajes del popular programa de televisión de los años 60, Gilligan’s Island.
Aunque se tardó en saber la personalidad de cada uno, ellos fueron nombrados de la siguiente manera: Skipper, Gilligan, Mary-Anne, The Professor, Ginger, Lovey y Mr. Howell.
A pesar de que finalmente estaban a salvo, los cachorros aún necesitaban atención médica inmediata para tratar los problemas de salud que padecían.
Deb, dijo:
«Recibieron tratamiento médico para pulgas, tenia y desnutrición, cuando estén sanos serán puestos en adopción».
Luego de varios días de tratamiento, los perritos sobrepasaron todos sus problemas de salud y quedaron listos para ser adoptados y buscar un hogar para siempre.
Muchas personas se ofrecieron para ser sus posibles adoptantes, por lo que Junior y su amigo Bobby, quisieron ir al refugio a despedirse de los siete cachorros, antes de que se fueran a sus hogares permanentes.