Una mujer en Turquía se enteró del caso de una gatita callejera en lamentables condiciones, que presentaba heridas por todo su cuerpo, estaba sucia y desnutrida. En la clínica veterinaria donde fue atendida descubrieron que padecía de algunas infecciones, entre ellas estaba el Calicivirus, una clase de gripa felina altamente contagiosa y que le habría causado una pérdida de tejido alrededor de su boca.
Ahsen, una rescatista de animales, decidió intervenir y ayudar a la pequeña felina tan pronto como conoció su historia. A pesar de su estado de salud delicado y su aspecto desaliñado, tan pronto como la gatita vio a la mujer, se acercó a ella buscando un poco de afecto.
Ahsen le dijo a Love Meow:
«Dijeron que era demasiado pequeña y que no duraría, pero persistió».
Mujer le da a una gatita la oportunidad de tener una vida plena
Sin pensarlo dos veces, Ahsen decidió darle una oportunidad de luchar a la gatita y contra todo pronóstico lo llevó a casa para cuidar de ella. Allí le ofreció un espacio para que estuviera cómoda e iniciara su proceso de recuperación.
La gatita recibió el nombre de Zombi. Ahsen le limpió la suciedad de su cuerpo y trató las heridas de su boca, estaba empeñada en ayudarla a sanar.
Lamentablemente, debido a las infecciones que sufrió, la boca de Zombi estaba torcida, fue un largo camino hacia su recuperación, pero gracias al amor y los cuidados de su cuidadora, logró superar uno a uno cada obstáculo.
Gracias a las medicinas y atenciones de Ahsen, Zombi pudo comer por su propia cuenta después de mucho tiempo y sin presentar dolor en el proceso, la felina estaba tan agradecida que no dejaba de ronronear y enseñar su sonrisa torcida.
Pasadas las semanas, Zombi fue ganando peso y era cada vez más extrovertida, para continuar con su recuperación le fueron extraídos dos dientes inferiores, lo que facilitó su alimentación.
Ahsen estaba satisfecha y orgullosa al ver el proceso de su valiente felina, ahora fuera de peligro podrían concentrarse en sanar no solo las heridas de su cuerpo sino también las de su interior.
Luego de dos meses de recuperación, Zombi recibió un merecido día de spa y la feliz noticia de que se convertiría en un miembro oficial de la familia de Ahsen. Ahora formaba parte de los gatitos residentes de la casa.
Los felinos recibieron a su nueva hermana felices, le enseñaron a jugar y la invitaron a cenar a su lado. Zombi de inmediato comenzó a seguir a Zikri, el gato de esmoquin de la familia, son grandes amigos y Zikri tiene toda la paciencia para soportar la energía de su hermana.
Ahsen dice:
«Poder ayudar a animales como Zombi me hace feliz. Es un sentimiento invaluable poder decir ‘lo logramos’, ver su cambio y ser fundamental en esto».
Finalmente, la vida de Zombi es todo lo que siempre deseó, tiene una familia amorosa y unos hermanos cariñosos que cuidan de ella, y ahora solamente espera seguir viviendo la vida plena de una consentida gatita de interior.
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