Cuando solo tenía unos días de nacido, el gatito llamado Frito llegó a un refugio de la ciudad de San Diego, California. Miembros del refugio decidieron contactar a Laura Malone, fundadora y directora de Mini Cat Town, pues sabían que ella le brindaría la atención necesaria.

Laura dijo a Love Meow:

«Los gatitos de biberón que son tan jóvenes, siempre son los últimos rescatados porque su cuidado lleva mucho tiempo. Tenía espacio y nadie más lo quería, así que dije que lo acogería».

Gatito que fue el último rescatado se transforma

Instagram/ fosterkittyfamily

A pesar de su tamaño, el pequeño Frito demostró ser muy vocal desde que llegó, y su madre de acogida le consiguió una incubadora para su comodidad.

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Tenía todas las probabilidades de sobrevivir en su contra, pues su tamaño era de un gatito recién nacido y no parecía tener mucha energía. Pero, luego de una buena comida caliente, el pequeño cuerpo de Frito reaccionó y sus ganas por vivir se despertaron de manera asombrosa.

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Desde ese momento, Frito se convirtió en un gato muy obstinado, y en pocos días ganó el peso que tanto necesitaba y su energía aumentó considerablemente. No tardó mucho para que el pequeño descubriera su gusto por las caricias, abrazos y lo hacía saber a sus padres de acogida.

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Cuando abrió los ojos, triplicó su necesidad de atención, por lo que Laura y su pareja debían turnarse para cuidarlo constantemente. Mientras que Laura preparaba el biberón con una formula especial, el padre de acogida se quedaba con Frito llenándolo de muchas caricias y abrazos.

Era evidente que el gatito adoraba toda la atención que le brindaban y amaba su deliciosa comida, y no desperdiciaba una sola gota.

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Frito todavía era pequeño para su edad, pero esto no impedía que avanzara en su proceso, y tan pronto descubrió sus piernas rápidamente las utilizó. Empezó a gatear y a explorar todos los rincones de su incubadora, estaba ansioso por conocer otros lugares y emprender nuevas aventuras en su vida.

Frito estaba listo para jugar con otros gatitos, pero los felinos de su edad aún no lo estaban, así que le presentaron otros gatos mayores.

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Se unió a la camada de crianza de más edad y rápidamente se adaptó a ella, tanto que los demás gatitos lo tomaron bajo su protección.

Aunque era el más pequeño del grupo, se mantenía firme cada vez que jugaban o luchaban entre ellos, estaba decidido en hacer parte de la camada. Pero lo que le faltaba en tamaño, lo compensaba con su llamativa personalidad, empezó a maullar y retumbaba la casa con sus lindos ronroneos.

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Frito tenía enamorada a su familia de acogida, y generalmente recibía abrazos de su padre y tomaba la siesta con Laura. El pequeño dejaba una huella en el corazón de las personas que lo conocían, y lo mejor es que nunca dejó de sonreírles.

Frito se convirtió en un hermoso gato joven y estaba listo para empezar un nuevo capítulo en su vida al lado de una familia definitiva.

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Laura comentó:

«No solo creció, sino que hizo muchos amigos. Lo que hace que la crianza sea una experiencia gratificante es saber que estos pequeños no solo sobreviven, sino que también crecen y prosperan en sus nuevos hogares».

Luego de varios días de buscar el hogar perfecto para Frito, una familia se enamoró perdidamente del adorable gatito y decidió brindarle una oportunidad. Frito pasó de ser un pequeño gatito rescatado con pocas probabilidades de vivir, a un adorable gato de interior de la gran ciudad.

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Rápidamente se adaptó a su nuevo hogar y demostró que ama a la gente, pero sobre todo que le brinden mucha atención y amor.

La madre de Frito dijo:

«Su adorable y peculiar personalidad siempre ilumina mi día. Se duerme en las posiciones más extrañas. Su lugar favorito está sobre mi hombro. Me hace sonreír con sus maullidos y trinos perfectamente sincronizados».

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Ahora, Frito es un hermoso gato atigrado con un abundante y esponjoso pelaje, se ha transformado increíblemente, tanto que no creerías que se trate del mismo gatito rescatado.

Frito continuará disfrutando de su nueva vida al lado de su madre humana y de una hermana felina que lo aman sin condiciones.