Mientras se acercaba el otoño el año pasado, Laura, quien vive en Inglaterra junto a su esposo, encontró una publicación donde una de sus amigas pedía colaboración para el cuidado de un gatito de aproximadamente 5 semanas de nacido. El pequeño necesitaba un hogar después de ser rechazado por su madre.
Al parecer, el diminuto gatito era una niña y caminó hasta una granja cercana, pero el dueño del lugar que la encontró no podía acogerla, así que pidió algo de ayuda para conseguir la atención medica que la pequeña bola de pelos necesitaba con urgencia.
Sin dudarlo, Laura ofreció su ayuda. Ella le dijo a Love Meow:
«Ella era la enana de la basura de una granja y aparentemente fue rechazada por su madre. Tenía sólo cinco semanas, estaba cubierta de pulgas y tenía úlceras en los ojos».
Gatito encuentra una familia después de ser rechazado por su madre
La pequeña gatita estaba en muy mal estado; era solo piel y huesos y tenía una infección de las vías respiratorias superiores que necesitaba ser tratada. A pesar de todo esto era una niña muy dulce y amorosa.
Laura recuerda:
«Hice una cita con el veterinario, la recogí y la llevé directamente allí. Era mucho más pequeña de lo que esperaba y maulló todo el camino hasta el veterinario».
La adorable gatita en su primer día en casa no dejaba de seguir a sus humanos. Buscando afecto trataba de acurrucarse en su regazo; esa noche despertó llorando por comida y un poco de mimos cerca de la media noche.
Laura recuerda que las primeras noches fueron un poco difíciles porque necesitaba alimentación regular. La pareja deseaba que su nuevo integrante se recuperara y se sintiera mucho mejor.
Gracias al cuidado de sus nuevos padres, los tratamientos para su afección respiratoria y las pulgas, sumado a buena comida y grandes cantidades de TLC (tiempo, amor y cuidado) prosperó rápidamente. Sus ojos empezaron a aclarar, su peso comenzó a aumentar notoriamente y mostraba mucha más energía en tan solo unos días.
Laura cuenta:
«Fue una superestrella desde el momento en que llegó a casa; comiendo, bebiendo, jugando y usando la bandeja de arena de inmediato».
Desde el primer momento que la vio, Laura supo que se había enamorado de la pequeña pelusa, y estaba segura de que quería llevarla a casa.
Ella dijo:
«Mi esposo Lewis, estuvo de acuerdo en que podríamos volver a casa con ella siempre que él eligiera el nombre: Riley».
Cuando la pequeña Riley tuvo un poco de fuerza en sus patitas, no había nada que la detuviera. Era muy ágil y ningún juguete podía escapar de sus pequeñas garras. Su personalidad estaba surgiendo, era curiosa y traviesa.
En pocas semanas aprendió a escalar y ya trepaba a la cama de sus padres en busca de algunos mimos y compañía, incluso cuando sus padres necesitaban trabajar, la pequeña traviesa les ofrecía su ayuda.
Cada vez que encontraba a sus padres frente a la computadora, Riley no dejaba de jugar y llamar la atención de sus humanos; robaba su bolígrafo y hacía travesuras hasta terminar agotada, rápidamente se convirtió en una niña muy consentida.
Laura agregó:
«¡Ahora tiene unos cuatro meses y tiene una personalidad realmente rebelde! No sabemos si es un poco salvaje por haber venido de un gato de granja, o simplemente un gatito vivaz, o ambos».
Atrás quedaron los difíciles inicios en la vida de Riley. La encantadora felina pasó de ser un gatito rechazado por su madre a tener la familia más amorosa que pueda desear. Siempre quiere saber qué hacen sus humanos y los otros gatos de la casa; es muy traviesa.
Su madre asegura:
«¡Nos hace reír tanto, es encantador verla ir viento en popa a pesar de que tiene una voluntad muy fuerte! Le gusta molestar a su hermana mayor, nuestro primer gato rescatado, Fliss».
Por fortuna, Riley encontró su hogar para siempre y es enormemente feliz. Laura y su esposo están realmente orgullosos de todo lo que ha logrado en este tiempo su pequeña traviesa.
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