El mes pasado, un cuidador de una colonia de gatos salvajes de Tucson, Arizona (Estados Unidos), llevó a una pequeña gatita paralizada al veterinario para que la revisara y empezara a realizar el tratamiento correspondiente para su situación.
La adorable felina había sido atropellada por un automóvil cuando se disponía a cruzar la calle, y el accidente lamentablemente la dejó con parálisis de sus patas traseras.
Pima Animal Care Center, decidió acogerla y encontró a un voluntario temporal de crianza para que atendiera las necesidades especiales de la pequeña felina.
Gatita paralizada decidida a disfrutar la vida
Pese a todo, la gatita llamada Giselle, estuvo tranquila todo el tiempo, como si supiera que estaba en buenas manos y quería disfrutar su vida. Giselle necesitaba de un hogar de acogida con mayor experiencia, así que, cuando Danielle, fundadora de With Grace (en Las Vegas), se enteró de la gatita, decidió ayudarla.
A principios de este mes, Leanne M., voluntaria de SWATT Rescue, llevó a Giselle desde Tucson hasta las Vegas, para reunirse con su nueva familia de acogida.
Danielle dijo a Love Meow:
«Es realmente sorprendente lo que se puede lograr cuando tantas personas trabajan juntas para salvar una vida. Cuando vi a Giselle, supe que había algo especial en ella. Me miró con esos ojos grandes y me derretí».
Giselle se instaló en su nueva morada después de hacer un largo recorrido por toda su habitación; a pesar de estar paralizada tenía su forma de caminar.
La gatita demostró rápidamente que podía moverse fácilmente por todo el lugar usando sus patas delanteras y podía perseguir juguetes como toda una profesional.
Danielle agregó:
«Es la gatita más tranquila que creo que he cuidado en mi vida, Es un ángel muy pequeño y se deja llevar. Es imposible no enamorarse de ella».
Giselle en realidad es muy pequeña, pesa solo una libra y media, pero su pequeño tamaño y discapacidad física no la detienen para vivir normal. La gatita está decidida en hacer todo lo que hacen los demás gatos y tener una buena vida; para ella no hay ningún problema físico.
Danielle dijo:
«Ella no sabe que es diferente a cualquier otro gato. Actualmente le estamos enseñando a usar rampas para subirse a los muebles, para que no se sienta excluida y pueda ir a donde quiera».
La felina insiste en sentarse sola en el sofá y acurrucarse en una manta al lado de su madre adoptiva cada vez que tiene la oportunidad. Cuando no está acurrucada con ella, se le puede ver dando vueltas por toda la casa, jugando o intentado interactuar con otros gatos.
Danielle comentó:
«Ella entiende que necesitan tiempo para que se acerquen a ella y les da el espacio para hacerlo. Ella es única y es realmente especial ver su personalidad».
Debido a su parálisis, Giselle no usa su caja de arena y necesita ayuda de sus cuidadores algunas veces al día para hacer sus necesidades. Esto es una tarea muy fácil de hacer y no toma mucho tiempo, a parte de eso, la dulce gatita no requiere otro cuidado especial.
Cuando vio el árbol de navidad por primera vez en su vida, Giselle quedó fascinada y se acercó para inspeccionar todas las ramas.
La hermosa gatita no deja que nada la detenga cuando se propone a hacer algo, y siempre busca la manera adecuada de conseguir su objetivo.
Danielle dijo:
«Cuidar gatos y gatitos que son un poco diferentes a los gatos ‘normales’ es una experiencia muy inspiradora. No saben que son diferentes y cuando se proponen lograr algo, nada puede detenerlos».
Después de un comienzo difícil en su vida, Giselle se recuperó rápidamente, ahora está prosperando, y se está volviendo más fuerte y bulliciosa cada día. Ella aún tiene mucho por crecer y habilidades felinas que perfeccionar antes de estar lista para buscar una familia amorosa para siempre.
Por ahora, seguirá en el hogar de acogida perfeccionando sus habilidades y moviéndose sin preocupaciones en su mundo.