Milena, una voluntaria de Chatons Orphelins Montréal, un centro de rescate para gatos en Montreal, Canadá, iba camino a encontrarse con otra voluntaria al salir de una clínica veterinaria y decidió tomar una ruta alterna. La mujer notó que una gatita gris la miraba con curiosidad, y al ver la amabilidad que estaba recibiendo, la gatita llevó a su hermanita con ella.
Milena llamó a la curiosa felina y de inmediato se acercó a ella emocionada. La mujer le ofreció un poco de comida que la pequeña disfrutó felizmente.
Celine Crom, de Chatons Orphelins Montréal le dijo a Love Meow:
«Fue entonces cuando notó que la gatita estaba embarazada con una gran barriga. Parecía tener hambre, así que Milena abrió una lata de comida que tenía en su bolso».
Gatita llevó a su hermana con la mujer que le brindó atención
Mientras disfrutaba felizmente de la comida, la gatita se detuvo a la mitad de todo y comenzó a maullar y ronronear.
Celine cuenta:
«Al principio, Milena pensó que el gatito estaba feliz por tener algo de comer, haciendo pequeños maullidos alegres, pero de repente, escuchó a otro gato que venía por detrás».
De la nada, apareció junto a Milena otra gatita de color negro y blanco que se unió de inmediato al banquete; al parecer los maullidos de la gatita gris eran una invitación a su hermana para comer. La mujer se sintió aliviada de haber estado en ese momento en aquel lugar.
Por fortuna, tenía un porta mascotas vacío con ella, casualmente acababa de transportar un gato a la clínica, y todo parecía predestinado.
Milena se acercó un poco para acariciarlos y se dio cuenta de que eran muy amorosos. tan pronto terminaron de comer se frotaban en la mujer agradecidos, las adorables gatitas parecían comprender que estarían a salvo y a punto de dejar atrás la vida callejera.
Celine agregó:
«Tenían menos de un año, probablemente de la misma camada. No se encontró ningún microchip. Decidimos llamarlos Freya (gris) y Keisha (blanco y negro)».
Al poco tiempo, Freya dio a luz a cuatro bebés prematuros que lamentablemente no sobrevivieron a pesar los esfuerzos por salvarlos. Luego de esta difícil experiencia, las hermanas saben que no pasarán de nuevo por la vida en las calles y fueron esterilizadas.
En el hogar de acogida prontamente se adaptaron a la vida de gatos de interior. Después de la dolorosa experiencia, Keisha permaneció junto a Freya, consolándola y haciéndola sentir a salvo.
Después del procedimiento de esterilización, la dulce Keisha buscaba lavar la cara a su hermana, aunque los conos dificultaban su tarea.
Celine dijo:
«Las dos comparten un vínculo muy fuerte. Se complementan y siempre están juntas».
Freya se refugia en su hermana y se les podía ver juntas con sus conos, recostadas una contra la otra, mientras disfrutaban pasar el día mirando a través de la ventana. Las adorables hermanas han prosperado bastante desde su llegada al hogar de acogida; son traviesas y muy activas.
Celine agregó:
«Keisha es muy activa, curiosa y alborotadora, y Freya es dulce y tranquila. Son la pareja perfecta. Keisha no le teme a nada y le encanta trepar al árbol de los gatos. Tiene un maullido ronco que a veces se queda en silencio. Freya es relajada, le encanta abrazar y frotar su cabeza contra su gente en busca de afecto».
Las hermanas son muy unidas y es extraño no encontrarlas juntas, siempre están pendientes si una decide moverse a otro lugar; disfrutan acurrucarse juntas, y se cuidan la una a la otra.
Freya y Keisha tienen cerca de un año y están completamente listas para encontrar un hogar definitivo, donde puedan ser muy amadas y pasar el resto de sus vidas juntas.
Si quieres conocer acerca del proceso de Freya y Keisha y los demás rescates que realiza Chatons Orphelins Montréal puedes visitarlos en Facebook.
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