Una agradecida gatita está muy feliz de haber sido rescatada de las calles justo a tiempo y de haber encontrado a la familia perfecta para ayudar a sus pequeños bebés, y ahora todos disfrutan de la comodidad de su nuevo hogar.
Antes de ser rescatada, la gata se encontraba deambulando por las calles de un complejo de apartamentos ubicado en la ciudad de Capshaw, Alabama, Estados Unidos. Luego de unos meses, varios rescatistas locales lograron recoger a la gatita que tenía un peso extra en su barriga, y la llevaron al refugio Forgotten Felines Huntsville.
La gata llamada Canasta, estaba en embarazo y necesitaba con urgencia un lugar seguro para dar a luz y criar a sus bebés.
Gatita está feliz de tener una familia
La llevaron a un hogar de acogida para que le prestaran la atención necesaria, y allí se convirtió en una criatura llena de amor.
Robyn Anderson, madre adoptiva, dijo a Love Meow:
«Ella es una chica súper amigable, siempre se alegra al verme entrar en la habitación, viene por caricias y supervisa todo lo que estoy haciendo. Siempre quiere recibir amor».
La dulce gatita de ojos un poco desviados, enamoró a todos los residentes de su hogar de acogida, incluido a un gato llamado Charlie.
Canasta no tardó mucho tiempo para reclamar su habitación de acogida como si fuera su trono, y demostró su lado juguetón y travieso. Pronto estableció una rutina con su madre adoptiva, cada vez que comía caminaba por la habitación hasta su rascador para limarse las uñas.
Luego de eso, se dirigía hasta el regazo de su madre +para iniciar una larga sesión de abrazos y caricias, es su parte preferida.
La cariñosa felina demostraba estar muy contenta de tener a una familia que le brindaba mucho amor y que, además, satisfacía todas sus necesidades.
Es una amante de la comida, cada vez que puede come hasta llenar por completo su barriguita, y pronto su vientre se expandió por su embarazo. Mientras tanto, Charlie sentía bastante curiosidad por su nueva compañera, y en repetidas ocasiones la visitaba con el fin de convertirse en su amigo.
Poco a poco el gato atigrado comenzó a entablar una dulce relación con Canasta, y ella aceptó la solicitud de amistad que proponía.
Robyn comentó:
«Ella es bastante amigable y ahora está súper cómoda. Ha descubierto que la cola de Charlie es un juguete divertido. Y Charlie lo soporta bastante bien».
Aunque tenía una gran barriga, Canasta comenzó a realizar diferentes actos de un gato normal, saltaba, escalaba y jugaba por toda la casa. Se adueñó de todos los muebles que encontró en su hogar, incluido una hamaca que era la preferida de Charlie, pero a él no le importó.
Semana tras semana, día tras día, todos esperaban pacientemente a que llegara el momento de que Canasta diera a luz, pero aún no había gatitos. Cuando creían que había llegado el momento para dar a luz, Canasta los hizo esperar otro día más, todos estaban ansiosos por la situación.
Robyn agregó:
«Me despertaba cada media hora para ver a Canasta durante la noche porque tenía un presentimiento, pero no, (no pasó nada)».
Canasta seguía jugando como si no estuviera embarazada. Todos los días realizaba su rutina diaria de ejercicios y de travesuras por toda la casa.
Luego de 47 días de estar en su hogar de crianza, Canasta finalmente despertó a Robyn aullando, para pedirle ayuda en horas de la mañana. Sus padres adoptivos se despertaron y ayudaron a Canasta para que pudiera tener a sus seis hermosos y saludables gatitos. La espera había terminado.
La gata de inmediato cambió su chip y comenzó sus deberes de madre responsable, y pasaba la mayor parte del tiempo alimentando y cuidando a sus bebés. Los gatitos llamados: Uno, Slapjack, Pinochle, Whist, Fizzbin y Rummy, eran cuidados perfectamente por su madre, nunca les faltaba amor y mantenían totalmente limpios.
Si por alguna razón Canasta tomaba un descanso, y escuchaba un chillido de sus hijos, rápidamente corría hacia ellos para ver qué estaba pasando. Canasta prefiere mantener a sus bebés cerca y en el lugar que elija, no le importa cuando Robyn los revisa, pero se los lleva cuando puede.
Robyn dijo:
«Es una mamá increíblemente tranquila y segura de sí misma, se está tomando todo esto con calma».
Los gatitos han abierto los ojos y están empezando a explorar las cosas a su alrededor, están creciendo sanamente y con ello su curiosidad aumenta.
Su madre los cuida en cada paso que dan, y siempre se asegura de que sus gatitos no se metan en algún problema.
Canasta está muy agradecida de tener humanos amorosos que la ayudan a cuidar a sus pequeños, y ha comenzado a tener conversaciones significativas con ellos.
Lo importante es que la amigable Canasta nunca tendrá que pasar otro día en las calles, y sus pequeños bebés tendrán una mejor vida.
Ella ama su nueva vida VIP y absorbe todo el amor de sus humanos, quien la adopte será muy afortunado, pues ella es una gata increíble.
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