Mientras una familia en Nashville, Tennessee (Estados Unidos), realizaba trabajos de construcción para mudarse a su nueva casa, se encontraron con dos gatitos en una pared. Pensando que la mamá estaría cerca, decidieron esperar su regreso, pero luego de algunas horas, no había señales de la gata y los gatitos tenían hambre. Así que la familia se acercó a Nashville Cat Rescue.
Los felinos al parecer tenían entre 2 y 3 semanas de edad, por lo que consideraron que les iría mejor con una gata lactante. Kiki, una voluntaria adoptiva del centro de rescate, decidió intervenir y ayudar a los pequeños.
Ella tenía dos gatas llamadas Olive y Pickle que fueron rescatadas de una colonia de gatos. Por fortuna, acababan de tener a sus bebés y podrían ayudar a criar a los dos pequeños rescatados.
Gatita encontrada en una pared parece dos gatos diferentes
Los gatitos al parecer tenían la misma edad de los gatos de Olive y Pickle. Kiki los tomó bajo su cuidado para que así pudieran ser aceptados por las dos mamás y tener hermanos para abrazar y jugar.
Uno de los gatitos nació con su carita dividida, una mitad es negra con manchas de color naranja y la otra está cubierta de rayas atigradas de color naranja que lo hacen parecer dos gatos diferentes. Es posible que el pequeño sea un gato quimera, un gatito cuyo ADN de un lado del cuerpo es diferente al otro.
Kiki le dijo a Love Meow:
«Técnicamente, creo que solo una prueba de ADN puede probar eso».
La pequeña gatita está muy feliz de estar a salvo bajo el cuidado de Kiki, recibió el nombre de Apricot y su hermano es Pretzel. La voluntaria del refugio los presentó lentamente a Olive y Pickle, pero una de las gatas se apresuró a acogerlos tan pronto como escuchó el llanto de los gatitos.
Kiki recuerda:
«Olive me los quitó de la mano, se los llevó a Pickle y ellas empezaron a asearlos».
Cuando llegaron al hogar de acogida con Kiki, Pickle era más sociable que Olive, se dejaba acariciar, y fue la primera en dar a luz a 6 hermosos gatitos. Lamentablemente uno de sus gatitos no sobrevivió, pero ella era una madre dedicada con sus bebés.
Olive solo observaba a su hermana adoptiva y por pequeños momentos, pasaba cerca para mirar lo que ocurría y asegurarse de que estuvieran a salvo.
Una familia que trabaja para ayudar a la colonia de gatos, consideró que las gatas eran muy amigables y además estaban embarazadas. Así que se contactaron con el refugio para que cuidaran de Pickle y Olive, pues sabían que allí estarían a salvo.
La familia realizó algunas peticiones, y una de ellas era que ambas gatas permanecieran juntas, incluso al momento de su adopción definitiva. Desean que sigan juntas, ya que son realmente muy unidas.
Los nuevos integrantes de la camada, fueron bien recibidos por esta familia felina, los otros gatitos los acogieron y se acurrucaron con ellos. Apricot es muy feliz entre ronroneos, le encanta estar cerca de sus hermanos adoptivos y sus dos madres.
La pequeña pasa gran parte del tiempo durmiendo, incluso no parece incomodarse, y aunque sus hermanos se arrastren sobre ella, continúa durmiendo plácidamente.
Apricot y su hermano están creciendo junto a su familia de acogida, y en poco tiempo todos estarán listos para encontrar sus hogares definitivos y empezar un nuevo y feliz capítulo en sus vidas.
Puedes conocer un poco más acerca de esta gatita y su extensa familia visitando la cuenta de Instagram del hogar de acogida de Kiki.
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