Un grupo de rescate de voluntarios llamado Meow Village en Aurora, Oregon (Estados Unidos), fue contactado por una persona que encontró una gata que se escondía bajo su porche y además tenía una camada de gatitos. Para ayudarla, la mujer que la encontró le llevaba comida para así lograr ganar su confianza.
Cuando las personas del refugio llegaron a ayudar, la gata estaba algo esquiva y mantenía su distancia de ellos. Para facilitar la situación, la mujer decidió establecer horarios de alimentación y así acercarse a la asustada felina.
Gracias a esto, la gata logró tomar confianza y regresaba por comida. Un día, la mujer pudo constatar que estaba en embarazo nuevamente, así que el grupo de rescate proporcionó una jaula y se llevaron a la gata para darle un lugar seguro.
Gata sin hogar busca ayuda para sus gatitos
La gata a quien llamaron Buttercup, fue llevada con el veterinario para un chequeo, luego de esto, Hilary, una de las voluntarias del refugio, la acogió en su casa y decidió permanecer junto a ella la noche entera para ayudarla a sentirse cómoda.
Hilary dijo a Love Meow:
«No sabía si alguna vez había vivido dentro de una casa antes, o si era salvaje o amigable. Estaba preparada para lo que sucediera».
Buttercup salió de su jaula y recorrió el lugar, buscaba caricias y mimos de su nueva madre de acogida, y para la mujer fue grato ver su reacción. Ahora la gatita no tendría que pasar otra noche en las calles.
Hilary agregó:
«Alrededor de la 1:30 am (el 3 de agosto), Buttercup me despertó moviéndose nerviosamente por la habitación. Me quedé con ella mientras daba a luz a seis hermosos y saludables bebés»
En esta oportunidad, la gata sin hogar pudo tener a sus pequeños en un lugar seguro y limpio y en compañía de un cuidador. Buttercup ‘bañó’ muy bien a sus seis pequeños, los alimentó y estuvo siempre al pendiente de ellos.
Buttercup es una mamá muy protectora y suele estar siempre al lado de los pequeños felinos. Está alerta ante cualquier sonido o movimiento que realicen, y cuando necesita estirarse o tomar un pequeño descanso, siempre permanece alerta de cualquier movimiento.
La mamá gata era un poco desconfiada inicialmente.
Hilary recuerda:
«Buttercup tardó alrededor de una semana en confiarme los gatitos. La primera semana me los quitaba cuando trataba de pesarlos».
Ahora, la gata es más receptiva con la ayuda de su madre adoptiva y disfruta los mimos y atenciones. Sus pequeños están cada vez más despiertos y disfrutan de su hogar.
Hilary añadió:
«Los tres gatitos de su primera camada pudieron socializar y actualmente también están en adopción. Se han salvado diez vidas y se les ha dado un mejor futuro porque una mujer se preocupó y Buttercup confió».
Los seis gatitos han crecido y están muy saludables. Ya empezaron a abrir sus ojos y sus orejas. La mamá los alimenta y mantiene limpios.
Hilary dice:
«Me alegra el corazón de poder facilitarle mucho sus deberes maternos esta vez».
Para Buttercup y sus bebés, quedó atrás la difícil vida en las calles. Ahora cuentan con un hogar cálido y mucho amor.
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