Dani Connor es una joven fotógrafa que se mudó a un pequeño pueblo en el norte de Suecia hace algunos meses. Ella ha disfrutado de los paisajes del lugar para tomar grandiosas fotografías, en especial a las ardillas rojas que habitan la zona. Dani pasó bastante tiempo observándolas y ahora se ha convertido en una madre para ellas.
Dani es amante de la vida salvaje y pasó tanto tiempo junto a las ardillas que empezó a reconocer poco a poco a cada una.
Ella le dijo a The Dodo:
“He pasado mucho tiempo observando a las ardillas rojas. Pude fotografiarlas y diferenciar a los individuos, y comencé a nombrarlas. Había una ardilla roja que me gustaba especialmente. La llamé Remy».
Fotógrafa se convierte en madre para un grupo de ardillas
Remy disfrutaba ser fotografiada y realmente sabía hacer un gran trabajo frente al lente. Dani afirma que la cámara la amaba.
Lastimosamente, un día camino al bosque, Dani encontró el cuerpo sin vida de Remy; parece que un auto la había arrollado. Fue algo muy triste para ella encontrar a su amiga sin vida, así que, como un homenaje, Dani puso a Remy en una cama de flores.
Pero eso no sería todo lo que la chica haría por su amiga. Por el tiempo compartido con la ardilla, Dani estaba segura de que era madre y sabía que sus bebés estarían solos y necesitaban ayuda.
La fotógrafa cuenta:
«Me senté en el bosque donde había fotografiado a Remy y esperé. Y de repente algo pequeño y rojo saltó frente a mí».
Una pequeña y tímida ardilla roja saltó frente a ella, tenía temor de acercarse, pero la chica se mantuvo inmóvil. Ella estaba segura de que era el bebé de su amiga Remy.
Dani habló con un experto en vida silvestre acerca de la pequeña ardilla. El experto le explicó que era muy pequeña para alimentarse sola, entonces ella decidió dejarle comida para que no pasara hambre ahora que no estaba Remy a su lado.
La sorpresa de la mujer fue ver que la pequeña no estaba sola. Cuando volvió horas más tarde a visitarla, Dani vio que Remy tenía cuatro bebés, que ahora contaban con ella para sobrevivir.
Dani agregó:
«¡[Ellos] estaban comiendo la comida que les había dejado! Estaba tan feliz y aliviada. Pudieron comer alimentos sólidos, así que seguramente podrían sobrevivir sin su madre».
Ahora cada día ella lleva alimento a las pequeñas ardillas quienes ya se han familiarizado con su presencia.
Dani añade:
“Probablemente he pasado al menos 100 horas con ellos. Y ahora no están nerviosos en absoluto. Reconocen mi voz y me siguen en el bosque».
Ahora Dani cuenta con un equipo adorable para sus fotografías; las ardillas bebés han prosperado. Por fortuna, Remy les enseñó lo suficiente para sobrevivir en la naturaleza y son bastante astutas.
Dani ha capturado la evolución del grupo de ardillas y ha cuidado de que estén a salvo todo este tiempo. Las ha visto hacerse más independientes cada vez y está segura de que van a sobrevivir en la naturaleza.
Ella dijo:
«Aunque no tienen una madre que les enseñe a alimentarse, ya los he visto encontrar su propia comida».
Dani sabe que en algún momento las cuatro ardillas se van a separar de ella, pero solo quiere asegurarse de que estén a salvo como agradecimiento a la amistad de Remy.
Dani está feliz de esta experiencia y aseguró:
«No esperaba ser una mamá ardilla en absoluto. Es bastante raro ver bebés ardillas rojas en la naturaleza. Así que me siento privilegiada de haberlos encontrado y de haber estado con ellos a medida que crecen. Me han brindado mucho entretenimiento y alegría».
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