Una perrita dálmata que tiene solo dos patas, ha podido encontrar un final feliz después de haber pasado por mucho sufrimiento en el comercio de carne de perro. La perrita llamada ‘Emma Roo’, fue rescatada de un matadero local en Xi’An, China, en al año 2017, cuando tenía aproximadamente 8 semanas de vida.
Cuando la encontraron, se notaba que había sido maltratada brutalmente, pues no tenía sus patas delanteras, le habían cortado la punta de las orejas y le faltaba parte de su cola.
Por fortuna, Emma fue rescatada a tiempo y llevada a una clínica veterinaria de Beijing, donde le prestaron la atención necesaria para su recuperación.
Perrita de dos patas es rescatada
Luego de examinarla, los médicos notaron que la pequeña tenía un defecto en su pata trasera, le faltaban un par de dedos, por lo que se cree que fue destinada al matadero.
Al parecer, los comerciantes de carne de perro, creen que cortar las extremidades sin anestesia a los animales que serán vendidos, produce adrenalina. Según ellos, esta sustancia hace que la carne del animal maltratado se vuelva más blanda y así los consumidores tendrán un mejor producto.
La pequeña Emma fue reubicada en un hogar de acogida, pero lastimosamente, después de dos años, precisamente en el 2019, fue devuelta a la clínica.
Así que el grupo de rescatistas buscó la ayuda de Dalmatian Rescue, una organización sin fines de lucro, en el sur de Florida, Estados Unidos, con el fin de que Emma tuviera una mejor vida, pues las adopciones de perros son más populares en el extranjero que en China.
Emma llegó a los Estados Unidos el 20 de abril del año 2020, justo antes de que prohibieran la exportación de animales por el Covid-19. Cuando estaba en las instalaciones de la organización, los voluntarios decidieron compartir su historia a través de redes sociales, con el fin de conseguirle un hogar.
Misha Rackcliff Hunt, una mujer de 27 años de edad, vio la publicación en línea y se enamoró de Emma por completo y quería ayudarla. Así que decidió que lo mejor sería adoptar a la perrita de tres años y llevarla a su casa en Charleston, Carolina del sur.
Misha dijo a Daily Mail:
«Debido a la naturaleza de sus heridas, sabemos que fueron infligidas por humanos. Al parecer, esto es común con las razas ‘raras’ que son desmembradas y torturadas».
A pesar de todos los problemas de Emma, Misha hace todo lo posible para que se sienta bien y tenga una vida normal. Pero, todavía tiene muchas complicaciones psicológicas, pues quedó marcada con todo el terror y maltrato que le aplicaron tantas veces en ese horrible lugar.
Misha dijo:
«Emma tiene miedo de cualquier sonido parecido a una motosierra, como secadores de pelo, aspiradoras y cortadoras de césped. Cuando la llevé a casa por primera vez, ella gritaba cada vez que salía de la habitación. Siempre protegía su comida y sus juguetes. En un momento, incluso guardaba piezas de mi ropa al azar porque estaba asustada de que se las quitaran».
Emma desconfiaba de los hombres, por lo que a Misha se le ocurrió contratar un terapeuta masculino, para tratar de cambiar su comportamiento, y funcionó.
Misha recordó la primera vez que vio a Emma en Internet, y dijo que, con solo ver sus lindos ojos, sabía que ella era la indicada. Ella ni siquiera pensó en todos lo trámites que tenía que hacer para llevar a Emma a su casa, sólo quería ser su madre.
Misha dijo:
«Cuando la conocí, pensé que podría tener frío o que no le interesaría la gente por el trauma, pero ella vino directamente a mis brazos. Cuando terminamos nuestro viaje de cinco horas a casa, es como si hubiera sabido que yo era su persona y que nunca la iba a dejar».
Pensando en mejorar su calidad de vida, Misha y Dalmatian Rescue, se unieron para conseguirle un carrito de ruedas personalizado, a través de la recolección de fondos.
Ademas, la organización Joey’s PAW, de la que Emma se volvió embajadora, se unió a la causa y puso en contacto a Misha con Derrick Campana de Bionic Pets, que le suministró prótesis hechas a la medida.
La recuperación de Emma está en curso, todavía asiste a terapias y a un baño semanal, pero sin duda es más feliz que nunca.
Emma desconfiaba de las personas y hasta escondía sus pertenencias, pero ahora le encanta hacer amigos nuevos, e incluso ya tiene más de 10.000 fans en Instagram.
Emma todavía lucha por controlar sus prótesis o manejar su carrito de forma adecuada, por la forma en que lleva su cuerpo, pero las terapias están haciendo su trabajo. Ella se ha vuelto muy juguetona, le gusta jugar con la pelota y sus peluches, e incluso socializa con otros perros en el parque.
Le encanta nadar, la playa se ha convertido en uno de sus lugares favoritos, se está dando cuenta que hay todo un mundo por descubrir.
Misha dijo:
«La playa es perfecta para ella porque puede correr libremente en la arena suave. De hecho, lloré al ver lo feliz que estaba».
Ahora, tanto Misha como Emma, están utilizando su popularidad en Internet para alertar a las personas de que el comercio de carne de perro todavía existe. Eventos como el festival de carne de perro de Yulin, es un ejemplo de ello. Este festival se realiza cada año y se cree que mueren cerca de 10.000 animales.
Misha lucha contra este fenómeno, a través de la venta de camisetas que dicen; “defiende a los que no pueden”, y dona todas las ganancias. El dinero donado va directamente a diferentes organizaciones, que trabajan arduamente para detener esta cruel industria en China y en todo el mundo.
Misha dijo:
«Intento abogar por perros’ con capacidades diferentes. La gente siempre me dice lo desinteresada y sorprendente que soy, pero en realidad no es tan difícil. La gente piensa que necesitas ser un tipo especial de persona, pero yo no soy especial. Solo soy alguien que cree que cada perro merece una oportunidad sin importar sus circunstancias».
La mujer también dijo que muchas veces escuchó decir que lo mejor era sacrificar a Emma, pero cuando ve lo feliz que es, sabe que estaban muy equivocados.
Emma ha tenido una vida difícil, pero gracias a su entrega y ganas de salir adelante, su vida ha dado un giro total y ahora es muy feliz.
