Una mañana, dos hombres que conducían su automóvil por una autopista principal de Canadá, después de que pasara una fuerte nevada, notaron un objeto extraño en la nieve blanca y fresca, así que quisieron asegurarse de qué se trataba.
Cuando se acercaron al lugar, se dieron cuenta de que la bola de pelos se estaba moviendo, al parecer, se trataba de un animal atrapado en la nieve. Entonces, los hombres detuvieron su vehículo para ver mejor, y notaron que el animal misterioso era una perrita que estaba tratando de liberarse.
La nieve que estaba alrededor de la perrita era muy profunda, por lo que no pudieron rescatarla, así que llamaron a Steinbach & Area Animal Rescue, para pedir ayuda.
Chicos ven una perrita en la nieve y la rescatan
Michelle Neufeld, acompañada de otros dos miembros del rescate, acudieron al lugar y comenzaron a hacer un camino a través de la nieve para llegar a la perrita atrapada. Ella estaba muy asustada, pero sus rescatistas harían todo lo que estuviera a su alcance para ayudarla, solo era cuestión de tiempo.
Michelle le dijo a The Dodo:
«Teníamos la nieve más arriba de nuestras rodillas, por lo que era muy difícil llegar a ella y hacía mucho frío, pero lo logramos. También había un poco de arbustos en el camino».
Cuando los rescatistas lograron llegar a la perrita, notaron que estaba en mal estado de salud y que su pelaje estaba enmarañado.
Michelle añadió:
«Se notaba que había estado en el área por un tiempo y que había tratado de cavar hoyos para hacer una cama».
La perrita estaba muy débil y no podía caminar, haciendo más difícil su rescate, ya que no podían cargarla porque la nieve era muy profunda. Luego de pensar por varios minutos, los miembros del grupo de rescate decidieron poner a la perrita en una lona y lograron sacarla del lugar.
Después de estar por muchos días en la nieve, la perrita parecía estar muy agradecida y, sin pensarlo, apoyó su cabeza en el asiento del auto para descansar.
Michelle llevó a la perrita al hospital de animales para que le hicieran una revisión médica, y los exámenes revelaron que tenía fiebre y deshidratación. Esa noche, estuvo interna en la clínica, allí recibió líquidos intravenosos y medicamentos que la ayudaron a reducir su temperatura corporal y recuperar algo de energía.
Cuando la perrita estaba mejor y con más fuerza, sus cuidadores se pusieron a trabajar en forma, para liberarla de su pelaje largo y enmarañado.
Gracias a un buen corte de pelo, la perrita ahora llamada Riley, finalmente comenzó a sonreír y empezó a jugar con los demás perros.
Sin embargo, los rescatistas de Riley sabían que ella necesitaba un lugar seguro para recuperarse de todos los traumas, después de vivir esa horrible experiencia. Como nadie apareció para reclamarla, Riley llegó a la casa de una familia adoptiva, quienes rápidamente se enamoraron de ella y le brindaron todo su amor.
La perrita todavía se pone un poco ansiosa cuando conoce gente, pero realmente quiere demostrarles a sus nuevos padres lo cariñosa que es.
El padre adoptivo de Riley dijo:
«Ella es muy dulce, quiere estar donde sea que estemos todo el tiempo. Está bastante feliz…».
Riley se está adaptando a su nueva vida y le encanta ser parte de una manada que incluye a dos hermanos perritos y un gato.
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