Un cachorro fue encontrado abandonado dentro de una bolsa de comida para perros, junto a 7 de sus hermanos. Nicole Olsen y su hija Harper, encontraron a los cachorros cuando escucharon varios chillidos que provenían de un contenedor, en una parada de camiones.
El increíble suceso ocurrió el 1 de noviembre del presente año, mientras pasaban entre Wigley Flat y Kingston en Murray, al noreste de Adelaide, Australia.
Haciendo caso a los gemidos, Nicole abrió la tapa del contenedor y encontró dos bolsas de comida para perros de 20 kilos apiladas una encima de la otra.
Cachorro encontrado en un contenedor con sus hermanos
Las bolsas estaban selladas con un alambre que sirve para colgar la ropa, y dentro de ellas estaban los cachorros que necesitaban ayuda urgente. Como Nicole regresaba de un evento familiar en Renmark, decidió llamar a los miembros de su familia para que la ayudaran a rescatar a los cachorros.
Los pequeños parecían estar en mal estado. Estaban llenos de parásitos y pulgas, y evidentemente el propósito de su abandono era que no salieran con vida. Los miembros de su familia hicieron caso al llamado y dividieron a los pequeños en tres vehículos para llevarlos hasta la casa de Nicole en Gawler.
A los dos cachorros más enfermos los envolvieron en toallas y los frotaron durante todo el camino para mantenerlos conscientes y poderlos ayudar.
Una vez en casa, contactaron a la RSPCA South Australia, quiénes recogieron a los cachorros y los llevaron rápidamente a una clínica veterinaria. Lamentablemente, uno de los que estaban más enfermos murió en el camino, mientras que el otro tuvo que ser sacrificado por su complicado estado de salud.
Los otros seis cachorros restantes, tres machos y tres hembras, estaban todos infestados de pulgas, parásitos y deshidratados, por lo que fueron atendidos de urgencia.
El inspector jefe de RSPCA, dijo según Daily Mail:
«Este incidente está en el extremo más alto del trato cruel de los animales. Estos cachorros fueron encontrados por pura casualidad, y no tenemos idea de cuánto tiempo habían estado allí».
El inspector agregó que la persona que hizo esto no quería que ninguno de los cachorros sobreviviera, porque los había dejado en condiciones extremas. Cuando fueron encontrados, la temperatura era de 25° C, lo que convertía al contenedor de concreto en un horno infernal para los pequeños.
A diferencia de los humanos, los perros no pueden sudar y dependen del jadeo y la liberación de calor a través de sus patas y nariz. Por lo que, enfriarse era casi imposible para los pequeños que estaban en el interior de bolsas de alimento y dentro de un contenedor.
Después de que los voluntarios de la RSPCA cuidaron a los seis cachorros sobrevivientes hasta que recuperaron su salud, las buenas noticias comenzaron a llegar.
Nicole y su familia decidieron adoptar a Angel, quién a diferencia de los otros cachorros, es el único de color rojo y está lleno de amor.
Nicole comentó:
«Era el más pequeño y parecía estar luchando mucho, por lo que todos teníamos una debilidad por Angel».
Ella agregó que su familia quería adoptar a todos los perritos, pero no era posible, así que decidieron adoptar al menos a uno.
Angel ahora vivirá con Nicole, su esposo Michael, su hija Harper, y un perrito de 10 años de la familia, que ama a los demás perros.
Nicole agregó:
«Todos estamos decididos en darle a Angel la mejor vida que un perro pueda tener; nos sentimos bendecidos de tenerlo».
Los perros que lograron sobrevivir a este incidente, fueron adoptados por varias familias de buen corazón y ya están en su nuevo hogar.
Gracias a la oportuna reacción de esta familia, los adorables cachorros pudieron tener una segunda oportunidad en su vida y conocer lo que es el verdadero amor.
La organización de bienestar animal seguirá investigando más a fondo para dar con los responsables de este cruel hecho.
El inspector jefe, dijo:
«Realmente es imposible creer que alguien pueda hacerle esto a ocho cachorros vulnerables, e instamos a cualquiera que tenga información sobre quién puede ser el responsable».
Según la ley de bienestar animal en el sur de Australia, abandonar a un animal es un delito que tiene penas de hasta dos años de prisión o una multa de 20.000 dólares. No obstante, la condena de este hecho podría acarrear penas más altas, ya que las circunstancias produjeron la muerte de dos de los cachorros.
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