Bella, una rescatista de animales en Indonesia, se encontró con un gatito abandonado que necesitaba ser rescatado con urgencia. El pequeño felino solo era piel y huesos, estaba muy sucio, lleno de grasa y se notaba que no había comido en varios días.
Bella dijo a Love Meow:
«El gatito tenía alrededor de un mes y medio cuando lo encontré en las calles, estaba cubierto de suciedad».
La mujer puso al pequeño en una caja de cartón y le dio un poco de comida; en cuestión de minutos el gatito devoró todo el alimento.
Gatito huérfano se cuela en camada de gatitos
Luego, decidió llevarlo a su casa para brindarle la atención necesaria para su recuperación y poder encontrarle un hogar adoptivo. Bella lo examinó y lo limpió, después el gatito llamado Daniboi, se instaló cómodamente en su hogar de acogida y descansó para recuperar energías.
Poco a poco, Dani recuperó su salud y cuando estuvo médicamente sano, se unió a los otros gatitos rescatados del lugar para socializar y jugar.
Bella pensaba que Dani haría amistad muy fácil con otros felinos de su edad, pero al parecer el pequeño tenía otros planes en mente.
Un par de semanas antes de la llegada del felino, la mujer había rescatado a una gata embarazada después de haberla encontrado en las frías calles. Al poco tiempo, la gata dio a luz a una camada de cuatro gatitos, que por fortuna ya contaban con la comodidad de un cálido nido proporcionado por Bella.
Entonces, Dani empezó a escuchar suaves chillidos que provenían de una jaula donde residía la familia de gatos y notó el amor que se brindaban. El pequeño estaba intrigado y curioso por lo que había visto, y tal vez esa noche creó un plan en su mente y lo puso en marcha.
A la mañana siguiente, cuando Bella se despertó, se encontró con el pequeño Dani durmiendo al lado de los gatitos, como si fuera uno más. Estaba muy cómodo acostado de espaldas en medio de los bebés, y no parecía tener ninguna intención de abandonar su lugar.
Bella comentó:
«Me sorprendió bastante. Siempre fue muy lindo, pero nunca pensé que sería tan adorable».
Aunque tenía a otros gatitos de su edad para jugar, Dani seguía regresando al nido para acurrucarse con los bebés, como si perteneciera a la familia. A la mamá, no le importaban las visitas del recién llegado y, por el contrario, lo recibía con muchos abrazos y lo aceptó rápidamente.
Bella agregó:
«Continuó tomando siestas con esos pequeños gatitos e incluso se unió a ellos para amamantarse. Afortunadamente, la gata lo trató como si fuera suyo, lo aseó y cuidó».
Si bien, Dani era mucho más grade que los bebés, siempre insistía en dormir con ellos, a pesar de tener una cama muy cómoda.
Cada vez que su mamá gata necesitaba un descanso para estirarse o reponerse, Dani se quedaba vigilando y cuidando a sus pequeños hermanos adoptivos. Cuando los gatitos abrieron sus ojos y empezaron a dar sus primeros pasos fuera del nido, Dani siempre estuvo en primera fila observando lo que hacían.
Al pasar el tiempo, los gatitos iban creciendo y comenzaron a imitar a su hermano mayor, incluso empezaron a jugar y a luchar entre ellos. Era evidente que Dani estaba muy feliz de tener cuatro hermanos para cuidar y a una madre felina a quien amar.
El gato disfrutaba siendo un bebé grande, y a sus tres meses de edad continuaba amamantándose de su madre adoptiva, era descarado pero muy dulce.
Bella dijo:
«Era muy tierno, La madre gata le dio amor incondicional hasta que fue lo suficientemente grande para ser adoptado».
Desde que lo encontraron, Dani ha recorrido un largo camino, quería conocer el amor de una madre y por fortuna encontró a la familia adecuada. Finalmente, Dani estuvo listo para extender sus alas y volar hacia un hogar permanente, por lo que una familia amorosa y maravillosa lo adoptó.
Ahora es muy feliz con su nueva familia adoptiva y en su nuevo hogar; lo llamaron Rocky y le bridan el amor que tanto se merece.
Bella agregó:
«Le encanta ver televisión con sus humanos y tiene una hermana felina con la que jugar en su hogar para siempre».
El antiguo gato sin hogar, ahora está de amor, alegre y juguetón; le encanta su nueva vida y no tiene ninguna preocupación.