Bean, como se llama esta pequeña ratoncita, fue encontrada abandonada cerca al buzón de la familia de Rebecca Stoneback; ella calentó a la pequeña en su mano y le alimentó con un pincel mojado con un sustituto de leche, luego la ratoncita huérfana recibió lo que sería su parte favorita del día: la hora del baño.
Stoneback dijo a The Dodo:
«Mi padre encontró a Bean al lado del buzón de mis padres al final de su camino de entrada en una tormenta, esperó y miró para ver si la madre de Bean regresaba. Lamentablemente, ella nunca lo hizo».
La primera vez que Rebecca tuvo a Bean en su mano notó que la ratoncita estaba fría, mojada y hambrienta, y quiso asegurarse que la pequeña no volviera a sentirse así.
Ratoncito ama la hora del baño
Stoneback dijo:
«Bean recibió su primer baño tan pronto como fue calentada e hidratada, una de las cosas más importantes que puede hacer cuando encuentra un animal herido, enfermo o huérfano es verificar si hay huevos de mosca y retirarlos de inmediato».
Esta rutina la repetían cada dos horas, Bean bebía su leche del pincel y acto seguido recibía un baño.
Stoneback agregó:
«Usaba un hisopo sumergido en agua tibia para limpiarla suavemente. Después, la envolvía en una toalla pequeña como un pequeño burrito para secarla y mantenerla caliente. Cuando estaba completamente seca, le acariciaba suavemente el cabello con una máscara de rímel».
Estos pasos impidieron que el pelaje de Bean se enredara protegiendo también su piel, Bean disfrutaba esos momentos y se alejaba feliz, con su estomago satisfecho.
Esta rutina continua enseñó a Bean y cuando creció ya no necesitó más la ayuda de su madre adoptiva luego de las comidas.
Infortunadamente, para cuando Bean fue lo suficientemente grande para ser liberado, la temperatura era demasiado fría; sin un refugio o una familia que le acogiera, Bean no sobreviviría el invierno.
Stoneback transformó el lugar que habita la pequeña en un entorno natural; le coloca musgo fresco, corteza de abedul, escaramujo, ramitas de manzana, bellotas y tierra forestal, para que Bean vaya en busca de su comida y aprenda a construir su propio nido.
Stoneback afirmó:
«Bean ha llegado a casa conmigo y le encanta divertirse en la casa, ella es feliz, saludable y vive su mejor vida de ratoncito».
Rebecca nunca creyó que Bean podría sobrevivir sus primeros días, pero ahora esta muy feliz de verla crecer.
Esta entrada fue modificada por última vez en 15 mayo, 2020
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