Paul Steklenski, de Pensilvania (EE.UU.), es un ingeniero de redes y veterano del ejército que aprendió a pilotar y compró su propio avión para rescatar a cientos de animales destinados al sacrificio en los refugios de alta matanza. Él pagó 70.000 dólares por un avión que llenó de jaulas de perros y voló con ellos a un lugar seguro.
Paul comenzó a aprender a volar en 2013 como un hobby, y mientras estaba entrenando para obtener su licencia, decidió que quería darle la bienvenida a un perro a su familia. Estas dos cosas parecían totalmente ajenas en ese momento.
Hombre compró un avión para salvar a cientos de animales
Él aprendió todo sobre la increíble red de amantes de los animales que trabajan para salvar a los perros no deseados de los refugios. Y a través de esta red que nunca había conocido antes, fue que encontró a su nuevo miembro de la familia, su amada Tessa.
Entonces Paul se dio cuenta de que quería rescatar animales, luego de adoptar a Tessa de un centro de rescate.
Paul dijo a The Dodo:
«Fuimos a tiendas de mascotas y luego fuimos a refugios y comenzamos a aprender la diferencia. Adoptamos a Tessa en agosto de 2013. Y eso simplemente me cambió. Cambió todo sobre mí».
Paul completó su entrenamiento de vuelo y obtuvo su licencia, él pensó en darle un buen uso a esta. No haría lo que muchos otros pilotos hacen; usaría esto para ayudar a otros.
Él dijo:
«Cuando empecé a volar había momentos en los que quería dejarlo porque no pensaba que podía hacerlo, pero seguí volviendo. Una vez que me certifiqué, pensé: ‘¿Qué voy a hacer ahora?’ A muchos pilotos les gusta volar a restaurantes o lugares agradables y eso es genial, pero yo debía tener una razón diferente para poner un avión en el aire».
En un inicio, Paul pensó conducir hacia los refugios de alta matanza y transportar a los animales para ayudarlos a encontrar familias. Pero él sabía que podía darle a decenas de animales abandonados nuevas vidas si los transportaba de otra manera.
Paul dijo:
«Ver a los perros en el refugio fue desgarrador. Fue horrible pensar que había tantos animales siendo eutanasiados porque estaban atrapados en un área determinada. Cuanto más al sur se vaya, más hay un problema de superpoblación de mascotas. Es angustioso. Me di cuenta de que podría ayudar a marcar la diferencia al bajar allí, recogerlos y llevarlos a otros refugios».
Fue así como Paul comenzó a hacer algunas misiones para Pilots N Paws, un grupo que coordina pilotos voluntarios con organizaciones de rescate de animales que necesitan ayuda para transportar animales.
Aún así Paul sentía que podía salvar a más animales si comenzaba a hacer las conexiones por su cuenta. Por eso, en mayo de 2015, creó Flying Fur Animal Rescue y ya ha salvado a más de 1,657 animales desde entonces, según dijo Paul en el sitio web de la organización.
Finalmente, Paul compró su propio avión para ayudar con la tarea. Aunque la organización también cuenta con un autobús que es muy útil a la hora de transportar muchos animales a cortas distancias.
Él añadió:
«El avión es una herramienta que me permite hacer mucho en un día que no podía hacer en un autobús. Es un trabajo extremadamente emotivo, pero es muy gratificante».
Paul, que vive con su esposa y tiene a otra perrita rescatada llamada ‘Layla’, toma un día al mes para volar a los refugios, donde recoge a gatos y perros para salvarlos de un destino cruel. Para que le fuera más fácil transportar a los animales, removió del interior de su avión los 5 asientos y compró portadores de mascotas para colocarlos en la parte posterior.
Ahora carga a tantos perros y gatos como puede en un solo viaje para ayudarlos a conseguir hogares; ha llevado hasta 23 de una sola vez. Aunque es complicado encontrar fondos para los viajes, Paul dice que hacerlo con decenas de perros es sencillo.
Paul dijo:
«Una vez que arranca el motor, se duermen o se quedan despiertos y miran por las ventanas. Siempre es muy tranquilo. Nunca he tenido un problema. Tengo la sensación de que saben que les va a pasar algo mejor».
Cuando los animales llegan finalmente a su destino, que casi siempre es a algunos refugios en el área de Nueva Jersey y Pennsylvania, Paul sabe que ahora están a salvo, porque ninguno de estos ofrece aplicarle la eutanasia a los animales, a diferencia de los refugios de donde los rescata.
El hombre espera mejorar su pequeño avión a uno con más asientos para poder llevar a más animales.
Paul añadió:
«Es muy emocional, pero voy a hacer esto por el tiempo que se me permita. Espero inspirar a otras personas a involucrarse».
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