A las afueras de un vecindario en Montreal, Canadá, fueron vistos rondando dos pequeños felinos; semanas después solo quedaba el pequeño atigrado cuando regresó con la familia que le había brindado comida. El gatito tímido fue atraído con golosinas para sacarlo de las calles.
Una voluntaria del refugio Chatons Orphelins Montréal de nombre Stefany, fue contactada por la familia. Ella se encargó del pequeño y lo transportó hasta Montreal, él estaba en muy mal estado y era bastante tímido.
Celine Crom, quien forma parte de Chatons Orphelins Montréal, le dijo a Love Meow:
«Se llama Alvin. Estaba cubierto de pulgas y ácaros del oído y tenía la panza llena de gusanos».
Gatito tímido encuentra confianza en otro gato
Mientras el veterinario lo revisaba, Alvin estaba bastante nervioso, y tan pronto como llegó a su hogar de acogida, el gatito corrió a esconderse para sentirse a salvo. Aún no se sentía seguro en su nuevo hogar, pues el pequeño necesitaba algo de tiempo y valor frente a todos estos cambios.
La nueva familia de Alvin buscó hacerlo sentir cómodo, le brindaban largas y dulces sesiones de abrazos, lo envolvían en una toalla y lo sostenían en sus brazos por pequeños periodos de tiempo. También lo colocaron junto a otros gatitos, y fue entonces cuando uno de los felinos decidió tomarlo bajo su cuidado.
Celine cuenta:
«Era muy tímido, pero si lo abrazábamos como un burrito, comenzaba a ronronear. Era el único superviviente de su camada nacido fuera. Todo lo que quería era estar protegido y tranquilo».
Semanas atrás de la llegada del gatito tímido, Pippa, otra gatita fue encontrada fuera de una casa. La dueña del lugar escuchaba el llanto de la felina, y decidió dejarle comida con la intención de ganar su confianza, y al paso de tres días pudo llevarla al interior de su hogar.
La gatita lucía en mal estado, tenía hambre y padecía de una infección respiratoria superior grave.
Tan pronto como le fue posible, se comunicó con el refugio en busca de ayuda. Ya en el lugar, Pippa recibió atención veterinaria. Se empezó tratamiento para sus ojos y otras afecciones, y en poco tiempo gracias a los cuidados recibidos, la gatita estaba en pie y empezaba a mostrar su personalidad.
Pippa descubrió rápidamente su personalidad juguetona, era curiosa y disfrutaba mucho de las caricias. Sus enormes y llamativos ojos parecían siempre mostrar algo de asombro.
Celine recuerda:
«Tan pronto como conoció a sus humanos, se volvió más juguetona y comenzó a aprender a confiar. No pasó mucho tiempo para que se acurrucara con nosotros y ronroneara».
En el momento en que Alvin conoció a Pippa; todo fue perfecto. El gatito inmediatamente se acercó a ella y la seguía a cada paso que daba, empezó a perder su timidez y siempre se le podía ver junto a Pippa jugando, comiendo o tomando la siesta. Se ha convertido en un gatito valiente desde que la conoció.
Celine agrega:
«A Alvin le gusta ir a donde quiera que vaya Pippa y le gusta burlarse de ella para que juegue con él. Tienen un gran vínculo y a menudo se encuentran durmiendo juntos».
Los dos felinos se cuidan y aman, y siempre se aseguran de pasar el tiempo juntos. Para Alvin, conocer a Pippa lo hizo un gato más seguro y ya no suele tener miedo de explorar, incluso la admira tanto que siempre está tratando de imitarla.
Celine asegura:
«Están muy unidos a pesar de que no son de la misma camada. Ambos gatitos fueron rescatados de la vida al aire libre y ahora buscan un hogar juntos para siempre».
Si quieres conocer acerca de la labor que desarrolla el Chatons Orphelins Montréal puedes visitar su página en Facebook.
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