Una adorable gata embarazada pasó por un difícil momento cuando su familia decidió que ya no deseaba tenerla más. Una niña de 12 años vio lo que ocurría y decidió llevarse a la gata para evitar que terminara en las calles en medio del invierno. Con ayuda de un vecino, encontraron un centro de rescate para acogerla.

La felina atigrada de entre 1 y 2 años de edad, estaba próxima a dar a luz. Sylvie, una voluntaria de Chatons Orphelins Montréal, un grupo de rescate de gatos en Montreal, Canadá respondió al llamado tan pronto como conoció la historia de la gatita llamada Gisel.

La dulce gatita se entusiasmó rápidamente al conocer a su nueva madre de acogida, Stef, cuando se aseguró de que estaba finalmente a salvo.

Celine Crom de Chatons Orphelins Montréal dijo a Love Meow:

«Gisel confió en su madre adoptiva de inmediato y pasó la mayor parte del tiempo durmiendo después de su llegada».

Gata está muy feliz de reunirse con su único gatito

Facebook/ @Rescuechatonsmontreal

Pocos días después de su llegada, Gisel entró en labor de parto y era evidente que necesitaba ayuda. Desafortunadamente solo uno de los gatitos sobrevivió el difícil parto, y Gisel fue enviada al hospital.

Gisel pasó por una una cirugía de emergencia gracias a una infección bacteriana en su útero. Después del procedimiento que le salvó la vida, empezó a recuperar su energía gatuna, disfrutaba amasar y ronronear.

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Mientras la madre gata se recuperaba en la clínica, su gatito llamado Pruno, era alimentado con biberón las 24 horas del día. El gatito era muy pequeño, pero tenía una fuerte voluntad de sobrevivir. Se aferró a la botella y no dejaba su comida hasta que terminara por completo.

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A pesar de no estar junto a su madre, el pequeño Pruno logró ganar peso comiendo del biberón. Después de recuperarse, mamá Gisel regresó a casa para estar junto a su bebé.

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Pruno sigue recibiendo alimentos de biberón, Stef le da su comida sin falta cada dos horas durante todo el día.

Celine cuenta:

«Ella toma varios medicamentos para tratar sus infecciones, por lo que su leche no es segura para el gatito. Para asegurarse de que reciba el amor de una madre y el cuidado que necesita para prosperar, a Gisel se le ha puesto un mono para evitar que amamante».

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La gata está feliz de regresar y encontrar a su pequeño bebé. De inmediato Gisel se acostó de lado y dejó que su pequeño se acercara a ella. Gracias al mameluco, Gisel puede acurrucarse tranquilamente junto a su bebé y le da todo ese amor que solo una madre puede ofrecer.

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Gisel es muy dulce y está feliz de envolver a su gatito, lo cubre de mimos y besos, por su parte el bebé atigrado está prosperando gracias a su madre adoptiva, que lo alimenta constantemente con biberón.

Gisel cuida muy bien de su bebé y se asegura de bañarlo con regularidad. Disfruta de los mimos mientras suenan con sus adorables ronroneos. No faltan los abrazos y besos para su pequeño Pruno.

El gatito crece rápidamente y ya abrió los ojos, también está aprendiendo a usar sus pequeñas patitas para pararse y caminar, es un chico curioso que disfruta descubrir todo a su alrededor.

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Mamá e hijo se encuentran perfectamente bien y saben que no tendrán que preocuparse por nada; están a salvo y juntos y eso los hace enormemente felices.

Si deseas conocer el trabajo que realiza el refugio, y acerca de los rescates que realizan puedes visitar su cuenta de Facebook.