En el mes de octubre, Courtney Bowles recibió una llamada de su padre con una noticia un poco extraña, resulta que el hombre se había encontrado con un cachorro atado a las afueras de un edificio, por lo que necesitaba su ayuda.
Courtney tiene bastante experiencia en rescatar perros, así que corrió de inmediato para ver cómo estaba y poder ayudar. Se trataba de una perrita, y cuando llegó al lugar, se sorprendió de lo que vio.
Al parecer la pobre estaba desde hace días atada, y además estaba muy desnutrida y deshidratada.
Courtney dijo a The Dodo:
«Tenía un peso muy bajo y estaba cubierta de sus propios excrementos y basura. Había revisado una bolsa de basura porque tenía mucha hambre».
Cachorro atado fuera de un edificio es rescatado
Era evidente que la perrita estaba muy descuidada por su antigua familia, además, la dejaron abandonada en el edificio después de mudarse porque debían el alquiler. Lo más cruel era que la habían dejado amarrada a un poste, con un collar de gato alrededor de su cuello, sin agua y sin comida.
La joven no estaba segura de cómo reaccionaría la perrita al acercarse, pero cuando le ofreció su ayuda, se convirtió en un perro diferente.
Courtney comentó:
«Al principio se acobardó porque le tenía mucho miedo a la gente, pero una vez que comencé a acariciarla y le di una golosina, se transformó».
Parecía que la perrita hubiera entendido que ella estaba allí para mejorar su situación, por lo que se dejó quitar la correa y la subieron al auto.
Cuando estaba en el auto, la perrita comenzó a mostrar toda su bondad y agradecimiento, y empezó a mover su colita de felicidad.
Courtney la llevó a su casa y le dio una ducha; mientras la bañaba, el agua comenzó a volverse oscura, estaba llena de suciedad. La mujer cree que nunca había recibido una ducha o que tal vez había pasado mucho tiempo desde su último baño.
Courtney dijo:
«Desde entonces, cuando tiene miedo, durante las tormentas o cuando escucha ruidos fuertes, corre y se mete en la bañera. Creo que fue el primer lugar donde se sintió segura».
Después de pasar varios días en su nuevo hogar, la perrita a la que llamaron Bonnie Blue, entró en confianza y comenzó a mostrar su verdadera personalidad. Incluso estaba tan entusiasmada que se animó a conocer al otro perro de la familia; una perrita amigable llamada Millie.
En ese momento, Bonnie todavía estaba muy débil, por lo que no podía correr, ni saltar sobre los muebles, pero Millie hacía lo posible para ayudarla. Cuando corrían, Millie disminuía la velocidad para que Bonnie pudiera alcanzarla o tiraba los juguetes del sofá para que pudiera jugar con ellos.
Courtney comentó:
“Fue muy dulce ver como se unían poco a poco”.
Las dos perritas actuaban como si se conocieran de toda la vida, todo lo hacían juntas, y además de jugar, dormían y caminaban juntas. Millie también ha logrado enseñarle a su nueva hermanita a tener más confianza en sí misma y a disfrutar al máximo la vida.
Ahora se ha convertido en un perro totalmente diferente, es enérgica, le encanta correr y jugar, le agrada estar con personas y masticar cualquier cosa. Bonnie se convirtió en miembro oficial de la familia, y recibe todos los cuidados y el amor que tanto merecía desde que nació.
La perrita ahora se asegura de demostrarle a su familia lo agradecida que está, y que nunca es demasiado tarde para una segunda oportunidad de vida.
Esta entrada fue modificada por última vez en 28 enero, 2021
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