Hans Forsberg ha tenido por más de 20 años la compañía de un par de urracas en su patio trasero. Las aves pasaban el tiempo solas, pero un día Hans las vio abriendo los candados de sus linternas exteriores. El hombre, que es investigador de inteligencia artificial con especialidades en robótica y computadoras, enseñó a una urraca a limpiar la basura del vecindario.
Ver a las urracas tratando de abrir candados despertó la curiosidad en Hans, que ahora quería saber si era posible entrenarlas para cumplir algunas tareas. Así que decidió inventar una máquina que entrenara a las aves para que recojan basura a cambio de comida.
Hans le dijo a The Dodo:
“Finalmente, [tuve] un proyecto de afición en el que pude comenzar desde cero. Aquí no había instrucciones para Google, ¡dependía completamente de mí!».
Urraca aprende a limpiar la basura del vecindario
El hombre diseñó un espacio donde las aves podían aterrizar. El lugar cuenta con una ranura para que las urracas reciclen los restos de metal y las tapas de las botellas; el espacio tiene un dispensador de golosinas que deja caer semillas a cambio de la basura.
Al principio, las urracas adultas estaban prevenidas del artefacto, desconfiaban del dispensador y se mantenían alejadas del aparato.
Hans agregó:
“Son bastante neuróticos, así que tuve que tener paciencia: el más mínimo cambio en la plataforma o el equipo, y los adultos sospecharían durante un día o dos. Estas han sido las aves con las que he trabajado durante algunos años”.
La situación mejoró cuando las aves hicieron su nido en un cerezo que estaba justo al lado de la máquina y nacieron 4 polluelos en la primavera; los pequeños tenían curiosidad sobre su funcionamiento.
Hans cuenta:
“Estos polluelos comenzaron a investigar la máquina después de que los padres adultos se fueron. Las chicas son más valientes, casi estúpidas como adolescentes. Uno entró directamente a nuestra cocina».
Al tiempo, uno de los polluelos descubrió cómo funcionaba la máquina, y la Urraca aprendió a limpiar y hace todo lo posible para recoger la basura del jardín e incluso el vecindario. Por otro lado, sus hermanos prefieren tratar de robar la recompensa en lugar de recoger los desechos.
Hans espera en un futuro entrenar a las urracas en tareas un poco más complejas; esto puede incluso requerir crear otra máquina y entrenar de nuevo a las aves. Pero para él este nuevo desafío es emocionante.
Si estás interesado en conocer un poco más sobre el trabajo de Hans y estas urracas puedes seguir sus avances en su cuenta de YouTube.
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