Mientras realizaba algunas diligencias, Lakisha Smith se percató de que había olvidado algo en casa y decidió regresar. Ella le habló a su hija y esperó fuera cuando notó un perro sentado en su jardín. Era un pitbull que había entrado al patio trasero en busca de ayuda.
Cundo la mujer y su hija se acercaron a verlo, el pobre animal estaba en malas condiciones, necesitaba ayuda urgente y todo indicaba que había elegido el lugar correcto. La hija de la mujer se acercó con cautela y acarició al perro al que llamaron Poopy, y parecía muy feliz.
Lakisha le dijo a The Dodo:
«Le dije que lo alimentara porque parecía que se estaba muriendo de hambre. Tenía sed y estaba muy deshidratado. Cuando volví de hacer recados, mi esposo Trey, nuestra hija Ja’Mya y yo lo bañamos. Estaba infestado de pulgas, tenía poco cabello y estaba muy sucio”.
Pitbull entra al patio de una familia en busca de ayuda
Esa noche le organizaron una camita cómoda, querían hacerlo sentir a salvo luego de todo lo que había pasado. Al siguiente día la mujer publicó fotos de Poppy en diferentes grupos de Facebook esperando encontrar a su familia.
Lakisha se dirigió a un refugio local y al veterinario, buscando si tenía microchip y así saber algo de su familia, pero no obtuvo resultados. En parte, esto alivió a la mujer quien ya estaba encariñada con el perro.
En un principio, Poppy parecía temeroso, solo necesitaba un poco de tiempo para entender que estaba a salvo. Poco a poco, el pitbull empezó a mostrar su dulce personalidad y se acercó a su nueva familia.
Tiempo después, un hombre que vio la publicación de Lakisha en Facebook le escribió mencionando que era el padre de Poppy. Esto afectó a la familia que ya consideraba al perro como parte de la familia.
Al ver al hombre y la reacción del perro en su presencia, estaba claro que no había cuidado debidamente del animal. Y al ver lo feliz que era él con la familia, el hombre se dio cuenta de que debían quedarse con Poppy.
Lakisha cuenta:
“El tipo se alejó y dijo: ‘Ahora tienes un buen hogar’”.
Ahora, oficialmente Poppy era parte de la familia. Todos estaban felices, y el pitbull ha recorrido un difícil camino. Debido al tiempo que duró en las calles, tuvo algunas recaídas donde los médicos llegaron a pensar que no lo lograría, pero Poppy luchó por regresar con su familia.
Lakisha recuerda:
“[El veterinario] dijo: ‘Tiene ganas de vivir ahora… junto a su nueva familia’”.
Sin duda, Poppy tomó la mejor decisión cuando entró en ese patio hace dos años. Ahora tiene la mejor familia que pueda imaginar y es realmente amado por todos en casa.
Su madre dice:
«Amamos a nuestro Poppy y él ama a los Smith. Él es nuestro».