En Nueva Jersey, un perro nació con una extraña condición, la cual no permite que digiera la comida correctamente, así que Chuck, el perro, debe comer en posición vertical, de no ser así vomitaría. Chuck llegó a Funny Farm Rescue en 2013, luego de ser abandonado por los dueños de un criadero de perros.
En la granja fue recibido por Laurie Zaleski, fundadora del lugar, que decidió quedárselo y cuidarlo. Resulta que Chuck padece de megaesófago, que es un trastorno que se encuentra en perros y gatos, los pastores alemanes son particularmente predispuestos a la enfermedad.
El esófago del animal crece demasiado grande, hasta el punto en que pierde la capacidad de contraer sus músculos, haciendo que la comida y los líquidos no puedan llegar al estómago.
Perro necesita una silla especial para comer
A Chuck lo llevaron al veterinario y muy pronto fue diagnosticado con la extraña condición, y aunque los veterinarios dijeron que podrían operarlo e introducir una sonda para alimentarlo, Zaleski prefirió optar por una solución más natural.
Laurie decidió intentar alimentarlo en una posición vertical, algo que dio resultado.
Desde entonces lo ha hecho en una silla diseñada para perros con esta condición.
Chuck normalmente come tres platos de una fórmula especial en cada comida, y ella espera 10 a 15 minutos para que la comida de Chuck baje antes de pasar al siguiente recipiente.
Hoy en día, Chuck es un feliz perro de 3 años de edad y dice Laurie que Chuck se ha acostumbrado tanto a su silla, que no es raro encontrarlo durmiendo una siesta después de comer.
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