Draco es un pitbull que no tuvo un comienzo fácil en la vida, pero hay algo que le brinda consuelo en sus momentos buenos y malos. Una almohada en forma de corazón con brazos es el objeto más preciado de Draco, y la lleva a donde quiera que vaya.
Allie O’Cain, madre de Draco, dijo a The Dodo:
«Si alguien más toma su almohada, se lanza y la agarra. La usa todos los días para conciliar el sueño».
Perro rompe su almohada favorita accidentalmente
Lastimosamente, debido a un insólito accidente, el cojín preferido del perro parecía estar destinado a la basura, algo que Draco no podía permitir. Él ha cuidado su almohada desde que fue rescatado por Allie de un criador, el cachorro huérfano, solo tenía dos semanas de edad.
Desde entonces, su almohada lo acompaña a todos lados y aunque tiende a destruir todos los juguetes, la relación con su cojín es algo especial.
Allie, dijo:
«Draco es un masticador loco y nos hemos convertido en una casa de ‘solo juguetes de goma’ porque cualquier cosa con relleno lo destruirá en menos de cinco minutos. Pero él ha sido muy gentil y amoroso con esta almohada».
Lastimosamente, cuando el amigo de Draco, un labrador negro llamado Willow, quería jugar y compartir la almohada con él, algo que nadie esperaba sucedió.
A Draco no le gustó mucho que su amigo tomara la almohada, entonces se puso sobreprotector y quiso arrebatarle el cojín, y en el proceso se rompió.
La almohada en forma de corazón se rompió tanto, que todo el relleno comenzó a salirse y parecía que ya no tenía arreglo. Por suerte para Draco, su abuela estaba presente y vio lo que había ocurrido con su pertenencia más valiosa y entró en acción.
Allie, dijo:
«Creemos que la almohada estaba tan gastada que se rasgó fácilmente. Mi madre se asustó y la agarró y gritó: ¡Lo arreglaré, Draco!».
Entonces, la querida abuela de Draco, llevó la almohada a su maquina de coser y comenzó a realizar la «cirugía» correspondiente para arreglar el daño.
Pero, el dulce perro no podía quedarse con las «patas cruzadas» mientras su objeto favorito estaba siendo operado, entonces se quedó pendiente del proceso.
Allie, dijo:
«Todo el tiempo la cabeza y las patas de Draco se asomaron en la máquina de coser, estaba lloriqueando y tratando de alcanzar la almohada con la boca».
Desde que la supuesta “cirugía” empezó, el tierno pitbull no se quiso separar del lugar y parecía que estuviera esperando el resultado final de la operación.
Allie escribió en Facebook:
«Actuó como si su esposa estuviera en cirugía».
Tan pronto como su abuela terminó de reparar su almohada, Draco se apresuró a abrazar su juguete favorito y estaba completamente feliz con el cojín. Luego de recibirla, parecía estar muy tranquilo y aliviado, pues volvía a tener su compañía preferida y de nuevo completa.
Allie dijo:
«Los pitbulls son exactamente lo contrario de lo que la gente piensa. Se quedan bebés para siempre».
Por ahora, Allie y su madre, seguirán reparando la almohada favorita de Draco, hasta que se canse de ella, pero tal vez, esto nunca suceda.