Shauna Halstad es la orgullosa madre de un adorable pero un tanto cobarde perrito de nombre Flynn. Ella asegura que su perro de raza terranova con un peso de 110 libras, es un chico bastante asustadizo que sabe divertirla gracias a sus extrañas ocurrencias para afrontar sus temores.
La madre adoptiva de Flynn sabe perfectamente que existe una cosa que lo ayuda a enfrentar sus miedos y se trata de su manta. Y es que durante poco más de un año y medio, las peludas mantas de este perro asustado han ido a todas partes con él.
Shauna le dijo a The Dodo:
«Él odia las cajas, la oscuridad, las bolsas, le tiene miedo a nuestro gato que es un rescatado sin dientes y sin garras. Le tiene mucho miedo a su propia sombra».
Perro asustado no va a ninguna parte sin su manta
Shauna recuerda que cuando trajo la pequeña manta a casa por primera vez, nunca imaginó que su perro de tan gran tamaño se apegaría de tal manera a ella.
Ella cuenta:
“Compré una en la tienda de un dólar, se suponía que era para limpiarle las patas. Inmediatamente decidió que era suya para abrazarla. Empezó a llevarla sin parar e incluso quería llevarla a pasear. Tuve que volver y comprar más. La agarra tan pronto como se despierta y la arrastra por toda la casa y el patio trasero».
Puede que para muchos se trate solo de una pequeña frazada sin importancia, pero para Flynn esa manta representa mucho más y le brinda la seguridad que tanto necesita para afrontar sus miedos.
Esta clase de mantas peludas le dan comodidad al temeroso peludo y lo ayudan a ser lo suficientemente valiente para salir al aire libre.
A pesar de que Flynn es mucho más grande que los conejos y las ardillas que visitan constantemente el patio trasero de su casa, él está aterrorizado con ellos, y las mantas lo ayudan a sentir la seguridad que necesita para poner una pata en la hierba cada día.
Shauna asegura:
“Él protesta por tener que caminar sin su manta. Le gusta amontonarlas en una pila».
Sin duda, el adorable Flynn trae tanta alegría a la vida de su familia, que ellos se alegran de que él encontrara algo que también lo hiciera sentir seguro y a salvo.
Finalmente, Shauna dijo:
«La vida definitivamente no es aburrida con él. Es un alma vieja en el cuerpo de un cachorro, y nos ha enseñado a todos a reducir la velocidad y disfrutar el momento, especialmente los abrazos del cachorro».
Deja un comentario