Los pangolines son animales solitarios que se mueven generalmente en las noches, son fáciles de reconocer gracias a su armadura característica llena de muchas escamas, la cual utilizan para protegerse de los depredadores, tienen un comportamiento particular y es que se enrollan cuando están a asustados, para jugar o movilizarse.
Stevie, es un adorable pangolín que se encuentra bajo los cuidados del Johannesburg Wildlife Veterinary Hospital (JWVH), después de ser rescatado cuando solo era un bebé. Por lo general, está muy ocupado buscando un bocadillo de termitas en su amplio hábitat, pero cuando no lo hace se le puede encontrar tomando un baño de lodo.
El mamífero de piel escamosa ha logrado progresar de forma increíble, y cada vez que juega con cualquier cosa que encuentra demuestra su felicidad.
Pequeño pangolín rescatado le gusta bañarse en lodo
Sarah Kempen, portavoz del hospital, dijo a The Dodo:
«Disfruta mucho jugando con rocas, ramas de árboles e incluso troncos de árboles. Rueda alrededor de estos elementos e incluso se sabe que rueda por pequeños terraplenes y montículos de termitas».
Stevie tiene una historia particular, ya que este pangolín de Temminck fue rescatado de las manos de los cazadores furtivos en la ciudad sudafricana de Pretoria.
Cuando los rescatistas encontraron al pequeño Stevie, padecía varias enfermedades y estaba bajo de peso porque lo habían separado de su madre. Desafortunadamente, los pangolines son muy perseguidos por los cazadores furtivos, ya que sus escamas son usadas en la medicina tradicional asiática y su carne es muy apetecida.
Sarah agregó:
«Como es el mamífero más traficado del mundo, sus vidas y las nuestras están en riesgo. Por lo tanto, tenemos una clínica… lejos de los terrenos habituales de nuestro hospital».
Desde el momento en que Stevie llegó al hospital, su salud comenzó a mejorar, y en poco tiempo comenzó a ganar mucho peso y energía. Stevie ha logrado ganar más de 8 libras, se ha vuelto un pangolín más confiado y ahora es capaz de buscar termitas por su cuenta.
Cuando llegó, su primer alimento consistía en una formula especial de leche, pero a medida que su salud mejoró, salió a buscar termitas y hormigas.
Debido a que Stevie no tuvo la compañía de una madre, el personal de la clínica se encargó de entrenarlo para que pudiera afrontar la vida salvaje. Sin embargo, para lo único que Stevie no necesitó ayuda fue para aprender a tomar un baño de lodo, una de sus actividades favoritas.
Sarah comentó:
«Tan pronto como encuentra un charco de agua, por lo general rueda en él. Esto parece enfriarlo sustancialmente, lo que le permite alimentarse por más tiempo y estar más cómodo».
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Aunque los pangolines generalmente realizan estos baños, Stevie ha demostrado un gusto especial por esta actividad y lo hace cada vez que puede. Sin duda, el adorable mamífero escamoso está progresando satisfactoriamente, y sus rescatadores creen que pronto estará listo para volver a la naturaleza en una reserva privada.
No obstante, durante las primeras semanas será monitoreado y lo irán sacando de a poco, para que se adapte a su nuevo entorno y fuentes de alimento.
Después de adaptarse al entorno salvaje, lo liberarán por completo y podrá caminar al aire libre, pero siempre monitoreado para garantizar su seguridad.
Sarah dijo:
«Los conservacionistas también controlarán su peso y progreso para asegurarse de que esté feliz y saludable».
Gracias a los valientes rescatadores de Stevie, el pequeño pangolín tendrá más baños de barro sin ninguna preocupación.