Megan Mannarelli-Martin y su marido dirigen Rafiki’s Rescue, un centro de rescate para animales con necesidades especiales. Debido a la cantidad de esfuerzo que supone mantener un lugar como este en funcionamiento, la pareja no se había tomado unas vacaciones en mucho tiempo.
Ellos decidieron tomarse unos días para descansar e incluso asegurarse de que todo funcione bien, llevándose a tres de sus gatos rescatados con ellos.
La pareja se subió a su automóvil para pasar unos días de descanso, pero pronto se dieron cuenta de que el trabajo de ser rescatistas nunca se detiene. Tras un corto trayecto en coche, vieron a una perrita abandonada corriendo en medio de una vía muy transitada.
Pareja encuentra una perrita abandonada y la llevan de viaje
Cerca del lugar no parecía haber ningún tipo de vivienda o granja cerca, por lo cual no era posible que la perrita hubiera escapado de casa, así que Megan y su esposo no podían dejarla a su suerte y decidieron llevarla con ellos. La llamaron Kevin.
Megan le dijo a The Dodo:
“Kevin estaba aterrorizada cuando la vimos, pero estaba muy interesada en ser rescatada. Me tomó una hora ganarme su confianza. No podría perseguirla si eso la asustaba más y volvería corriendo al medio del camino. Así que me senté en el divisor de la calle central y dejé que ella viniera y subiera hacia mí durante una hora antes de que finalmente se acercara lo suficiente como para tener la confianza para agarrarla”.
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Después de que Kevin se sintiera cómoda con la pareja, buscaron un microchip de identificación. Al no encontrar ninguna información, también consultaron grupos de mascotas en las redes sociales, pero no tuvieron suerte al encontrar nada sobre una perrita perdida. Mientras tanto, la pareja decidió llevarse a la perrita de vacaciones.
La pareja hizo una pausa para recoger algunas cosas para su nueva compañera de viaje, y para cuando terminaron sus compras, Kevin parecía estar más a gusto de su compañía.
Megan recuerda:
“Se adaptó notablemente rápido dadas las circunstancias. Estaba muy, muy asustada esa primera noche, pero también claramente agradecida de estar a salvo. Para la tercera noche, estaba saltando de emoción cuando nos vio”.
En medio de un viaje por carretera, Kevin había pasado de estar agobiada, muerta de miedo, a viajar por el Parque Nacional de Sequoia con tres gatos y dos personas. Megan y su esposo quedaron sorprendidos por lo bien que se comportaba la perrita con sus gatos y no podían imaginar que una criatura tan agradable pudiera haber sido abandonada.
Cuando finalmente el viaje terminó, Kevin encontró junto a sus rescatistas un hogar de acogida donde disfruta jugar con sus hermanos adoptivos, gatos y perros por igual, y pronto estará lista para encontrar su hogar definitivo.
A pesar de que Megan y su esposo querían tomarse un descanso de las labores de rescate, la realidad es que su trabajo no se detiene, y gracias a ello pudieron transformar la vida de Kevin.
