Caylee Gilson se mudó a su nuevo apartamento, así que decidió vender algunas de sus antiguas pertenencias en el Marketplace en Facebook. Allí se enamoró de un sofá usado de color gris más pequeño. La mujer y su novio fueron a recogerlo y no se dieron cuenta de que su sofá venía con un gato incluido.
La mujer tenía conocimiento acerca de algunos resortes expuestos en la parte inferior del sofá, pues el vendedor le había mencionado que no había forro debajo del sofá porque a su Boston terrier le gustaba frotar la parte inferior del sofá, pero no le dio mayor importancia.
Al día siguiente, Caylee trabajó desde casa y no ocurrió nada fuera de lo común, pero llegada la noche, su pequeño hijo la alertó de un nuevo visitante.
Caylee le dijo a The Dodo:
“Lo siguiente que supe es que mi hijo dice: ‘Mamá, hay un gato aquí’. No pensé nada en eso porque él siempre está hablando de este gato imaginario llamado Ender Dragon».
Mujer compra un sofá usado y viene con un gato
Caylee estaba segura de que su hijo solo hablaba de su amigo imaginario y trató de no prestar mayor atención.
Ella recuerda:
“Pensé, ‘Oh, es solo Ender Dragon, está bien. No es gran cosa’. Pero él dice, ‘¡No mamá, hay un gato!’ Y yo dije: ‘Sí, sí, juega con Ender Dragon, muéstrale un buen momento’. Honestamente, no pensé en eso».
Caylee empezó a dudar cuando el cachorro de 3 meses de la familia comenzó a ladrar insistentemente. Ella dejó lo que estaba haciendo para ver lo que ocurría, pero en la sala de estar no vio algún gato. Después de un momento decidió sentarse en la sala y logró identificar dos pequeños ojos observándola.
La mujer no entendía por dónde podía haber entrado aquel gatito ya que sus puertas y ventanas estaban perfectamente cerradas. De inmediato pensó en lo único que había cambiado, el sofá, y la posibilidad de que el gato entró en su casa con él.
Todo esto se confirmó con un mensaje de texto al antiguo dueño del sofá, y al parecer el gato había viajado al interior del sofá usado hasta el hogar de Caylee.
La madre del gatito llegó hasta la casa de Caylee y luego de 20 minutos de búsqueda, encontraron su escondite en uno de los brazos del sofá. Al parecer el felino no estaba listo para despedirse de su antiguo sofá, pero Caylee estaba feliz con su nuevo sofá, con agujeros y un polizón.
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