Una madre y su hijo que residen en la ciudad de Roeland Park, Kansas (Estados Unidos), construyen refugios para los gatos ferales (salvajes) de su localidad, utilizando materiales básicos que muchas familias pueden tener disponibles o listos para desechar.
Cinta adhesiva, refrigeradores de poliestireno y bolsas de basura negra, son los materiales que utiliza Stephanie Lindquist-Johnson y su hijo, Phillip, de seis años. Por lo general, los materiales que usan para construir los refugios son almacenados y olvidados en los garajes, pero ellos le dieron un buen uso.
Ahora, su noble causa ha conmovido a toda la comunidad que se preocupa por los animales sin hogar, y los ayudan para que cumplan su objetivo.
Mamá e hijo hacen refugios para gatos sin hogar
Stephanie y su hijo siempre han tenido un gran corazón para ayudar a los gatos necesitados, por lo que trabajan como voluntarios en Another Chance Cat Rescue. Pero el año pasado después de pensar cómo podían contribuir, encontraron una forma ingeniosa para ayudar a estos animalitos y protegerlos del frío invierno.
Como no podían rescatar a todos los gatos sin hogar de la zona, pensaron que una solución podría ser construir refugios provisionales para ellos. Entonces la mujer hizo una solicitud en Nextdoor para pedirle a sus vecinos e interesados, que donaran los refrigeradores de poliestireno que no estaban utilizando.
Las personas respondieron positivamente, y ella comenzó a construir las casitas o refugios, con los refrigeradores donados y con la ayuda de su hijo. Pegó las tapas con cinta adhesiva, les hizo un agujero circular en el medio para que funcione de entrada y las envolvió en bolsas de basura.
De esta manera los refugios quedan bien aislados, y una vez que terminan los rellenan con suficiente paja y están listos para ser usados. Luego, son entregados a las personas que deseen colocar uno de estos pequeños refugios para animales en los lugares que se necesiten.
Stephanie dijo a The Kansas City Star:
«Lo siento mucho por todos los animales sin hogar que hay. Ha estado haciendo mucho frío».
A medida que más personas se iban enterando de lo que la mujer y su hijo hacían, decidieron donar suministros y fondos para que continuaran con su labor.
Aunque es un trabajo muy agotador, Stephanie y Phillip se divierten construyendo los refugios, sobre todo porque saben que van a ayudar a los animales.
Stephanie comentó:
«Soy un poco adicta a hacerlos y nos estamos divirtiendo con eso. Seguiré haciéndolos mientras no me endeude terriblemente».
Para el mes de diciembre del 2020 ya habían logrado construir 44 refugios para los gatos, que incluso son utilizados por otros animales. También han donado los refugios para organizaciones animalistas que a través de proyectos organizan eventos para recolectar fondos y suministros para los animales.
Muchas personas han seguido donando suministros y fondos económicos para que Stephanie y Phillip sigan ayudando a los animales sin hogar y necesitados. Sin embargo, la mujer deja claro que necesitan la ayuda de todo el que pueda unirse, pues el propósito es ayudar a la mayor cantidad de animales que sea posible.
Gracias a Stephanie y Phillip, muchos animales ahora tienen un lugar acogedor al que pueden llamar hogar o simplemente usarlo como refugio para el frío.