Un águila calva está demostrando todo lo que hacen las mamás para mantener a salvo y proteger a sus bebés. La madre águila llamada Bella se esfuerza por mantener sus huevos calientes a pesar del inclemente clima en Shepherdstown, West Virginia (Estados Unidos). Incluso no le importa estar cubierta hasta la cabeza de nieve con tal de proteger a sus pequeños.
Bella y su compañero Smitty, regresaron a su nido a 100 pies de altura en un increíble y gran árbol sicómoro cerca del río Potomac, así como lo hacen todos los años desde 2011 para criar a sus polluelos.
Ambos padres se turnan para cuidar de los huevos, pero generalmente la hembra del águila se puede encontrar sentada en el nido el 80 por ciento del tiempo, mientras que el macho suele ir a cazar y pescar.
Madre águila protege su nido incluso de la nieve
Randy Robinson, un especialista en sistemas de instrucción del National Conservation Training Center dijo en Facebook:
“Las águilas son padres increíblemente buenos. Se sientan sobre los huevos noche y día, 24 horas al día, 7 días a la semana».
Tan pronto como las águilas ponen sus huevos, están dispuestas a soportar toda clase de difíciles condiciones, entre ellas la nieve y granizo, hasta lluvias heladas y todo tipo de inclemencias del clima.
Por esto, incluso si hay una tormenta de nieve severa, la madre águila no se mueve del nido y permanece protegiendo a sus polluelos.
Randy también explicó:
“Se aparean muy temprano en el año en enero o febrero, y ponen sus huevos muy temprano, por lo que el clima es muy malo con nieve y hielo como lo hemos visto aquí en las últimas dos semanas. La gran ventaja de poner sus huevos temprano es que las crías nacen temprano. Y cuando estos jóvenes nazcan a mediados de marzo, habrá abundante comida».
La hembra suele ser más grande que el macho y debe cuidar mucho más de los huevos para que eclosionen perfectamente. Así que los huevos siempre tocan la piel desnuda de su vientre, llamada bolsa de cría, además debe girar los huevos cada hora para que se calienten completamente.
Además de todo esto, debe también mantener la hierba seca para que los huevos tengan un lugar suave y tibio.
El grosor del plumaje de las águilas les ayuda a sobrevivir frente a las bajas temperaturas, y sus potentes y afilados picos y garras son excelentes para luchar contra cualquier tipo de amenaza que se acerque al nido.
Pero tan pronto como los polluelos nacen, el trabajo continúa. Los bebés se quedan en el nido por tres meses más mientras se hacen fuertes para volar, pero incluso después de dejar el nido, sus padres continúan alimentándolos y enseñándoles a cazar por un tiempo.
En estos momentos, personas alrededor del mundo pueden ver a Smitty y Bella cuidar a sus bebés gracias a la transmisión en vivo del nido de águila del National Conservation Training Center, y aprender este proceso de las águilas con sus polluelos; es extraordinario además de conmovedor.