Mientras daba un paseo en bicicleta por una pintoresca carretera rural en Canadá, para disfrutar del aire fresco, Keith Ailey, se pudo percatar de que tenía nueva compañía. Pocos metros atrás, corría apresurada una oveja de color negro persiguiéndolo.
La oveja era bastante rápida para su tamaño, y parecía muy interesada en alcanzar a Keith. Al ver su insistencia, el hombre decidió sacar su teléfono y grabar el momento. La dulce persecución duró solo unos momentos más, pero esa no sería la última vez que se encontrarían.
Keith le dijo a The Dodo:
«Noté que un animal negro cruzaba la calle frente a mí y se detenía en el lado opuesto. Veo mucha vida salvaje en los límites de la ciudad, pero este no era un oso negro y ciertamente no era un perro. Él también se fijó en mí. Tan pronto como pasé, se dio la vuelta y me persiguió».
Hombre pasea en bicicleta y se da cuenta de que lo persiguen
El hombre recuerda que trató de acelerar un poco su paso en la bicicleta, pero la oveja seguía muy enfocada en ir tras él; era algo realmente divertido e increíble.
Keith recuerda:
«Pisé los pedales y aceleré, pero cuando disminuí la velocidad, ¡pude ver que todavía me seguía! Se recuperó rápidamente y pronto estuvo justo detrás de mí de nuevo. En ese momento pensé que sería mejor buscar en mi teléfono y grabar esto porque nadie me creería de otra manera».
Finalmente, Keith se enteró de que la oveja era la mascota de una familia del área, y que su nombre es Ozzy. Justamente aquel día había escapado de la granja para emprender una aventura en solitario, y terminar por encontrarse con el ciclista en el camino.
Por supuesto, ese mismo día Ozzy regresó a casa sana y salva. El hombre agregó:
«Le envié [a la familia de Ozzy] un mensaje para asegurarme de que llegara bien a casa. Una semana después lo visité [a él] en su granja».
Keith además descubrió que Ozzy es una oveja bastante amistosa y muy divertida, aunque en un principio Ozzy pudo parecer disgustada cuando corría tras el hombre mientras daba su paseo bicicleta, realmente solo quería saludar y acompañarlo al menos por un rato.
Por fortuna, Keith finamente lo comprendió y dijo:
«Él ama a los humanos. ¡Y esa es probablemente la razón por la que me perseguía!».
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