Barney vivió la mayor parte de su vida en las calles, logrando sobrevivir a muchos inviernos y a la difícil vida a la intemperie. Cuando finalmente fue rescatado se encontraba gravemente enfermo, y de inmediato fue trasladado hasta el centro de rescate Chatons Orphelins Montréal para recibir la atención médica que necesitaba con urgencia.
El gatito esponjoso al parecer recibía alimento de las personas del vecindario donde fue encontrado, pero su enfermedad se debía a los años de vida que llevaba en la calle.
Cuando fue revisado por el veterinario, descubrieron que no estaba castrado, y su cuerpo estaba cubierto de cicatrices de batalla, además dio positivo al FIV (virus de inmunodeficiencia felina).
Gato vivió la mayor parte de su vida como callejero
Celine Crom, directora del centro de rescate, le dijo a Love Meow:
«El gatito vivía en un vecindario (en Montreal, Canadá). Sobrevivió al invierno porque logró valerse por sí mismo, a pesar de que una de sus orejas se congeló. La gente del vecindario lo alimentaba, pero nadie lo cuidaba. Era un gran gato callejero que todos estaban acostumbrados a ver».
El gatito presentaba problemas para respirar, su nariz estaba completamente tapada. Por causa de la congelación por las bajas temperaturas, una de sus orejas estaba afectada; también necesitaba tratamiento dental y para los parásitos y ácaros de su oído.
A pesar de su estado de salud, Barney quería era acurrucarse y recibir un poco de afecto.
El centro de rescate agregó:
«Este gran osito de peluche vino directo a nosotros para pedirnos un poco de cariño. Tenía mejillas muy grandes, músculos fuertes. Tenía que ser el rey de su barrio».
Los veterinarios le recetaron a Barney algunos medicamentos para combatir sus enfermedades. Cuando pasaron cerca de dos meses de su recuperación, estaba completamente sano y listo para ser esterilizado.
Sus rescatistas cuentan:
«Sufrió mucho daño cuando entró después de pasar el invierno afuera. Tuvo suerte de que lo encontramos a tiempo para tratarlo. Ahora Barney ronca un poco cuando está dormido. Uno de sus ojos permanece un poco lloroso debido a la herida que tenía en el párpado. Se va a quedar así, esas son las huellas de su pasado en las calles. Pero lo amamos y es único».
Las voluntarias Mathilde y Patricia acogieron a Barney durante su recuperación; era tímido y buscaba esconderse cuando escuchaba ruidos y personas, pero con el tiempo y cuando experimentó amor y mimos en su hogar de acogida todo cambio.
Las rescatistas agregaron:
«Se adaptó muy rápido y cambió mucho en solo unas pocas semanas. Le gusta llamar la atención y pide abrazos todos los días. El pequeño asustado se ha convertido en un verdadero oso de peluche al que le gusta esperar en la puerta cuando llega alguien».
Finalmente, y cuando pasaron cerca de seis meses después de su rescate y su salud estaba completamente restablecida, el sueño de Barney de encontrar un hogar definitivo se hizo realidad.
El centro de rescate cuenta:
«Encontró a su pareja perfecta, humanos responsables con amor y compasión por su vida e historia. Habla mucho y sigue a sus humanos a todas partes para llamar la atención».
Puedes conocer un poco más acerca de la labor que realiza el centro de rescate Chatons Orphelins Montréal, visitando su página en Facebook.