Gus es un hermoso y esponjoso gato birmano, que antes de llegar a su hogar actual había pasado por momentos difíciles, por lo que tardó un poco en superar su ansiedad y dejar salir su personalidad. Ahora este felino siempre busca ayudar, tal como lo mostró hace poco cuando no paró de maullar para avisar a su padre de un ave herida que necesitaba ayuda.
Sebastián Hart, el padre de Gus, fue paciente y trató de mostrarle amor para ayudarlo a superar sus temores, al mismo tiempo que el hombre también afrontaba un difícil momento. Él considera que se ayudaron el uno al otro.
Sebastián dijo a The Dodo:
«Lo alimenté debajo de la cama, tuve su arena debajo de la cama y lo dejé recuperarse en su propio tiempo. No soy su dueño, soy su amigo. Él es solo un alma vieja».
Gato no deja de maullar avisando a papá de un pajarito herido
Gus se convirtió en un gato muy conversador y suele mostrarle a su padre de todo lo que encuentra. Hace algunos días maullaba más de lo normal pero su padre considero que solo era otra de sus «charlas» y no presto mucha atención.
Sebastián recuerda:
«Cuando él continuaba desde el costado de la casa, no pensé mucho en eso al principio, solo pensé que estaba viendo una mariposa o lo que sea».
Pero Gus continuaba maullando con insistencia y se acercaba a su padre y luego corría hasta fuera de la casa con una expresión de preocupación, así que Sebastián decidió seguirlo para saber qué ocurría. El hombre encontró un pajarito herido que al parecer había caído de su nido.
El padre de Gus cuenta:
“Estaba sentado frente a este pequeño pollito. Gritaba por su mamá… Gus me estaba llamando para que ayudara a esta pequeña cosa».
Tan pronto como Gus encontró la pequeña ave, corrió a avisar a su padre, el dulce gato sabía que necesitaba ayuda urgente, su padre observo todo y vio el nido del cual había caído el pequeño pájaro y se dispuso a llevarlo de regreso a su hogar.
Mientras su padre buscaba algunos implementos, Gus permaneció al lado del ave cuidándole mientras podían regresarlo al nido. Sebastián dijo:
“Corrí a la casa para conseguir una escalera y guantes. Dejé a Gus con el pájaro, regresé en un par de minutos y Gus todavía estaba allí vigilándolo. Honestamente, fue extraordinario «.
El hombre agregó:
«Me subí a la escalera y puse el pájaro en su nido, me di cuenta de que había dos más allí y vi a la madre del pájaro observando todo. Gus pensó que su trabajo estaba hecho [y] volvió a masticar su hierba para gatos. Fue tan saludable «.
Luego de saber que el ave estaba a salvo Gus regreso a sus asuntos tranquilamente y su padre está muy orgulloso de su nobleza.
Sebastian añadió:
«Es un gato muy amable, nunca me ha arañado, mordido o lastimado a mí ni a nadie. Es un tipo muy agradable. Tengo la suerte de tenerlo en mi vida «.
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