Best Friends Felines, un grupo de rescate con sede en Brisbane, Australia, recibió a una amigable gata embarazada, llamada Cassiopeia (Cassie), porque necesitaba un hogar de acogida para tener a sus bebés.
Con el paso del tiempo, su vientre continúo creciendo hasta que finalmente llegó el día y un viernes en la mañana entró en trabajo de parto. Justo cuando daba a luz a su segundo bebé, el centro de rescate recibió información sobre un gatito huérfano y prematuro, que tenía solo tres días de nacido.
El pequeño necesitaba a un cuidador de acogida y a una madre felina sustituta, por lo que pensaron que Cassie sería una buena opción. Sin embargo, ellos advirtieron que no tenía muchas posibilidades, pero que, si Cassie lo aceptaba, tal vez tendría una oportunidad.
Gatito huérfano encuentra a una gata que lo adopta
Los voluntarios del centro de rescate no dudaron en intentarlo, pero para ello tuvieron que viajar más de 90 minutos para recoger al pequeño gatito. Cuando llegaron, Cassie ya había dado a luz a su tercer gatito y continuaba esperando otros, así que, pusieron al bebé huérfano a su lado.
Todos esperaban la mejor reacción y, para el alivio de todos, Cassie lo acogió de inmediato y comenzó a limpiarlo como si fuera propio. El pequeño, aunque parecía ser muy fuerte y luchador, necesitaba un poco de ayuda para poder amamantarse, por lo que lo ayudaron un poco.
El centro de rescate escribió en Facebook:
«Cassie terminó teniendo un día bastante largo y no tuvo a su sexto y último bebé hasta poco antes de las 10 de la noche».
Con la compañía de seis nuevos gatitos (todos machos), el bebé adoptado llamado Sirius, se volvió el mejor a la hora de alimentarse.
El personal se aseguraba de revisar a la pequeña familia cada 2 o 3 horas, para verificar que Sirius se alimentara bien y no perdiera peso. Sirius, quien llegó como un bebé prematuro al refugio, continuó sorprendiendo a todos con sus ganas de vivir y su aumento de peso.
El centro de rescate agregó:
«Finalmente alcanzó los tres dígitos y pesaba 101 gramos a los nueve días».
Sirius no quería que sus hermanos adoptivos lo dejaran atrás, y siguió adelante con su voraz apetito y alimentándose muy bien todos los días.
Para la segunda semana, la multitud de gatitos se volvió más activa y su energía contagió a Sirius, quien empezó a moverse por todo el nido.
El centro de rescate dijo a Love Meow:
«Era el más insistente, y le encantaba que le acariciaran la barriga y que lo acunaran en nuestras manos para besarlo».
En menos de tres semanas el gatito aumentó su peso cuatro veces, y su pelaje comenzó a ponerse plateado, condición que se conoce como «Fever Coat, Manto Febril o Manto de Fiebre», y que sucede cuando la madre tuvo una infección o estrés durante el embarazo, lo que generalmente no tiene ningún efecto negativo en la salud general del gatito
El pequeño Sirius luce como si tuviera visos plateados y ahumados en su pelaje, pero a medida que crezca, su color negro volverá. Como era de esperarse, Sirius necesitaba atención especial para poder progresar, por lo que desarrolló una conexión exclusiva con sus cuidadores adoptivos.
A las siete semanas, todos los gatitos prosperaron y crecieron a pasos agigantados, así que Cassie pasó a un segundo plano.
Sirius, sigue siendo el más pequeño de todos, pero lo que le falta en tamaño lo compensa con su enérgica personalidad y entusiasmo. Casi siempre, se centra en sus cuidadores cuando entran en la habitación y comienza a rodar y a ronronear para que le hagan cosquillas.
Sirius ya es todo un gatito mini pantera con adorables destellos plateados, que ha sorprendido a todos con su increíble proceso y evolución. Después de un viaje poco probable en su vida, el pequeño Sirius está listo para encontrar un hogar definitivo y a una familia amorosa para siempre.