Dos gatitas embarazadas, de nombre Pickle y Olive, fueron trasladadas hasta el centro de rescate Nashville Cat Rescue para brindarles una oportunidad de tener una vida mejor. Las felinas fueron encontradas en una colonia de gatos en Nashville, Estados Unidos, y ambas estaban próximas a dar a luz.
Las gatitas se hicieron inseparables desde un inicio. Aunque eran un poco temerosas al principio, tenerse la una a la otra tan cerca les brindó una sensación de seguridad y comodidad que les ayudó a adaptarse a todos los cambios que atravesaban.
Kiki, una voluntaria que brinda hogar de paso a los animales de Nashville Cat Rescue, le dijo a Love Meow:
«La familia que estaba trabajando para ayudar a esta colonia, determinó que las chicas eran amistosas y que las dos estaban embarazadas. Cuando se comunicaron con el equipo de rescate, ellos pidieron: que las niñas permanezcan juntas, incluso cuando sea el momento de ser adoptadas».
Gatitas embarazadas crían a sus gatitos como familia
La voluntaria se aseguró de pasar un tiempo junto a las felinas, respetando los límites de espacio que ellas necesitaban y, sin duda, ellas se sentían muy a gusto juntas.
Kiki cuenta:
«Quería asegurarme de que cuando llegaran los bebés se sintieran cómodos conmigo ayudándolas según fuera necesario, o simplemente haciendo las necesidades simples como pesar a los gatitos a diario».
Lentamente, ambas gatitas comenzaron a acercarse a Kiki. Pickle, era la más sociable de las dos, permitía recibir algunos mimos y caricias. Parece que le agradó mucho la sesión de masajes y comprendió que estaba completamente segura, así que rápidamente a Olive también le apeteció un poco de cariño de esa amigable humana.
Kiki aseguró:
«Si estuviera acariciando a Pickle, Olive vendría por un poco de amor».
Finalmente, Pickle entró en labor de parto y dio a luz a una camada de seis gatitos, donde sobrevivieron cinco de ellos. Por su parte, Olive era la más grande animadora de Pickle y ronroneaba constantemente a su lado y la colmaba de mimos.
La voluntaria recuerda:
«Después de aproximadamente una semana, seguí viendo a Olive dentro del corralito pasando el rato con los bebés. Comenzó a cuidarlos como si fueran suyos y, curiosamente, se volvió un poco protectora con ellos mientras trataba de pesarlos».
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Solo unos días después, Kiki encontró una pequeña cara nueva entre las demás, finalmente Olive acababa de tener su primer gatito en el cuarto de acogida. Pasadas unas 24 horas, dio a luz a otro, pero el pequeño tamaño de la camada y el lapso de tiempo entre los gatitos genero algunas preocupaciones en su madre de crianza.
La voluntaria agregó:
«La llevé al veterinario para asegurarme de que todo estaba bien. Tuvo que someterse a una cesárea de emergencia, que finalmente le salvó la vida».
Desafortunadamente, ambas gatitas perdieron a uno de sus bebés, pero seguían tan unidas la una de la otra. Crían a todos los gatitos juntos como un equipo, si una de las mamás necesita un descanso, la otra se encarga de mantener todo bajo control.
Los pequeños gatitos han crecido bastante ya, y son muy unidos. Duermen largas y cómodas siestas abrazados por sus dos mamás.
Los pequeños felinos cada día son más curiosos y traviesos, y ya quieren explorar alrededor de su habitación. Mientras Pickle y Olive siempre están vigilantes, asegurándose de que todos los pequeños estén a salvo.
Kiki añadió:
«Pickle tiene cinco niñas y Olive tiene dos niños pequeños. Yo los llamo primos hermanas y primos hermanos. Están creciendo mucho todos los días, y Pickle y Olive se han vuelto cada vez más confiadas».
Puedes seguir las actualizaciones sobre estos gatitos en las cuentas de Kiki en Facebook e Instagram y conocer sobre el trabajo del centro de rescate Nashville Cat Rescue en Facebook.