Un total de 26 demonios de Tasmania han sido liberados en un santuario animal ubicado en Sídney, Australia, en un intento por regresar a estos animales a la naturaleza después de más de 3.000 años.
En tiempos anteriores, estos animales eran abundantes en todo el continente australiano, pero por razones desconocidas terminaron extinguiéndose después de la llegada de los dingos y se limitaron a la isla de Tasmania.
Este tipo de marsupial es pequeño, pero se caracteriza por ser luchador y resistir a muchas adversidades, lo que permite que aún queden ejemplares.
Demonios de Tasmania regresan a la naturaleza australiana
El demonio de Tasmania está catalogado como “en peligro” en la lista roja de la UICN, después de que su número de especies disminuyera drásticamente.
La década de 1990 fue la más cruel para estos animales, ya que las especies que se conservaron fueron atacadas por un cáncer de boca mortal. Esta situación provocó que el número de estos marsupiales cayera a solo 25.000 en la isla de Tasmania.
Desde entonces, varias organizaciones han creado diferentes programas para lograr la conservación y recuperación de esta especie en peligro de extinción.
Según Aussie Ark, el proyecto encargado de la liberación de estos animales, la reinserción de los 26 marsupiales en la naturaleza australiana se convierte en algo histórico.
Es la primera vez que se presenta un hecho como este en más de 3000 años, y quedará para siempre en los registros australianos.
Aussie Ark se encarga de criar a los demonios utilizando técnicas que fomentan los comportamientos naturales, por lo que tienen muchas posibilidades de sobrevivir.
Su nuevo hogar será en Barrington Wildlife Sanctuary, lugar que cuenta con más de 400 hectáreas para que los animales deambulen de manera libre.
Si bien, se puede decir que los demonios de Tasmania serán “libres”, los investigadores los rastrearán a través de collares de radio con trasmisores. Además, serán vigilados y estudiados periódicamente por los investigadores, a través de encuestas y cámaras de video escondidas en diferentes lugares del santuario.
Estos animales se caracterizan por ser el marsupial carnívoro más grande del mundo, y generalmente son conocidos como excelentes depredadores nativos.
Tras su reinserción en la naturaleza australiana, los científicos esperan poder equilibrar los ecosistemas devastados por otras especies invasoras y reconstruir un poco la zona. Los demonios también son carroñeros, algo que permitirá mantener el entorno natural del santuario libre de enfermedades y de posibles desechos perjudiciales para otras especies.
Tim Faulkner, presidente de Aussie Ark, comentó que lleva más de una década trabajando con estos marsupiales, para poder llegar hasta este punto.
Tim dijo a CNN:
«En 100 años, vamos a mirar hacia atrás en este día como el día que puso en marcha la restauración ecológica de todo un país. No solo es la reintroducción de uno de los animales queridos de Australia, sino de un animal que diseñará todo el entorno a su alrededor, restaurando y reequilibrando nuestra ecología forestal después de siglos de devastación por la introducción de zorros y gatos y otros depredadores invasores».
Al igual que el personaje de los dibujos animados “Taz”, este marsupial se enfurece cuando son amenazados por un depredador o defendiendo su comida. A pesar de su actitud agresiva, Tim dijo que los animalitos no son una amenaza para los seres humanos o para la agricultura.
Aussie Ark planea dos reinserciones más con 20 demonios cada una, que se llevaran a cabo en el mismo santuario en los próximos dos años. Además, también tiene pensado introducir otras especies fundamentales en el santuario de vida silvestre, como parte de un plan para regenerar el medio ambiente.
Por su parte, el actor de Marvel Chris Hemsworth y su esposa Elsa Pataky, liberaron a 11 demonios de Tasmania en el santuario del Parque Nacional Barrington Tops en Nueva Gales del Sur, como parte de los esfuerzos para restaurar la población de las especies en peligro de extinción en Australia.
Él dijo:
«Colocamos algunas trampas para atrapar a los demonios, y luego los soltamos en la naturaleza».
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