Hace un tiempo, İsmail Atmaca se encontraba trabajando como asistente en una mezquita en Turquía, en ese momento notó algo en la distancia. Sin saber qué ocurría decidió investigar, y al acercarse al lugar se dio cuenta de que se trataba de un cuervo joven que aún no podía volar. De inmediato y sin pensarlo mucho, el hombre decidió ayudar al ave.

İsmail se apresuró a revisar que no estuviera herido y decidió cuidar de la indefensa ave. Lo que nunca llegó a imaginar esta persona de buen corazón, es que este sería el comienzo de una increíble y adorable amistad.

İsmail le dijo a The Dodo:

«Estaba sentado en la cabina y vi caer algo de un árbol. Lo traje de regreso a mi puesto y comencé a alimentarlo”.

Este cuervo le agradece al hombre que lo salvó

FB/Romanya Haber

Esa noche İsmail se llevó al cuervo a su casa y continuó cuidándolo. Al día siguiente se dirigió a su trabajo en compañía de su emplumado amigo. En poco tiempo, esta actividad se hizo rutina y el cuervo se convirtió en más que un simple acompañante en sus actividades diarias.

FB/Romanya Haber

El ave, que recibió el nombre de Cabbar, descubrió rápidamente que su amigo recolectaba dinero de los clientes para el uso de las instalaciones y al parecer se le ocurrió que quizás podría ayudar.

İsmail cuenta:

“Primero, Cabbar comenzó a jugar con monedas en la cabina. Luego comenzó a quitárselos a los clientes».

FB/Romanya Haber

Ahora, el cuervo y el hombre que lo rescató aquel día, son grandes amigos y suelen pasar mucho tiempo juntos. Pero cuando İsmail se toma un descanso de sus labores, a Cabbar le gusta quedarse allí, y realiza su trabajo por él sin que se lo pidan.

El hombre agrega:

“Él no se aparta de mi lado. Siempre quiere dormir en mi regazo. Él es feliz y también me hace feliz a mí».

Una estación de noticias local se contactó con İsmail y Cabbar para evidenciar su relación y cómo transcurre su día en el trabajo. Aquí está el video:

Con el paso de los días, Cabbar se ha fortalecido y cada vez es más independiente. Algunos días se aventura solo a recorrer lugares nuevos. Pero hasta el momento, siempre regresa junto a su amigo.

İsmail asegura:

“Se siente cómodo aquí”.

Imagen/İsmail Atmaca

Aunque nadie sabe por cuánto tiempo el cuervo continuará acompañando a İsmail en el trabajo antes de que se marche por su cuenta para siempre. El que el cuervo esté allí, como amigo y colega cada día, es una muestra de gratitud enorme y adorable hacia el hombre que lo cuidó.

Finalmente, İsmail dijo:

“Estoy seguro de que es su manera de dar las gracias. Estoy muy feliz.»