Una persona de buen corazón en Toronto, Canadá, escuchó unos débiles sonidos que parecían ser de un gatito llorando y no pudo dejar todo así, y decidió investigar. Esta persona siguió el sonido hasta llegar a un contenedor de basura, y allí descubrió una bolsa de plástico sospechosa.
En su interior había una camada de gatitos de un día de nacidos, que estaban acurrucados tratando de mantenerse calientes entre sí. El diminuto gatito de esmoquin gritaba a todo pulmón llamando a su madre.
El hombre de inmediato llevó a los gatitos con su hija en busca de ayuda. La joven y una amiga cuidaron de los pequeños durante la noche. Al día siguiente, llevaron a los gatitos a la Sociedad Protectora de Animales de Toronto para recibir la ayuda necesaria.
Los chillidos de un gatito alertaron a una familia
Gracias a la ayuda que recibieron de los voluntarios del centro de rescate, Charlie, Nova y Suarez, como fueron llamados los felinos, sobrevivieron y comenzaron a prosperar. Sus ojos se abrieron cerca de la segunda semana, y al poco tiempo comenzaron a usar sus piernas para caminar y recorrer su nuevo lugar.
Tania, una voluntaria adoptiva de la Sociedad Protectora de Animales de Toronto, le dijo a Love Meow:
«Si no fuera por los gritos del gatito de esmoquin, probablemente no los hubieran encontrado».
Tania cuenta:
«Los gatitos eran extremadamente jóvenes, por lo que rápidamente se acostumbraron a los humanos y eran muy amigables. Estoy segura de que supieron de inmediato que los iban a cuidar. Los recibí cuando tenían tres semanas de edad para criarlos hasta que tuvieran la edad suficiente para ser esterilizados y castrados y luego adoptados».
Las personas que los encontraron no se olvidaron de los pequeños felinos y continuaron al tanto de su viaje en su hogar de acogida a través de las redes sociales. Estaban felices de verlos crecer y convertirse en adorables y traviesos gatitos.
Cuando el trío de felinos estuvo lo suficientemente grande para ser adoptado, rápidamente encontraron las casas perfectas para ellos, donde podían seguir creciendo felices.
La pequeña Suarez fue junto a una familia maravillosa y ahora tiene por hermano mayor a un gato naranja llamado Leo que cuida de ella y le enseña a ser una gatita bien portada. Leo insiste en darle a su hermana tiernos baños a lo largo del día.
Además, las dos jóvenes que cuidaron a los gatitos luego de su rescate regresaron por Charlie y Nova. Estaban felices, y ahora los dos hermanos podrán seguir jugando juntos en el futuro.
Ahora, Charlie y Nova tienen muchas citas divertidas para jugar juntos, y Milo, el nuevo hermano mayor de nova disfruta tener a Charlie cerca y lo adora al igual que al travieso Nova.
Los encantadores gatitos han crecido a pasos agigantados. Nova y Suarez siguen a sus hermanos grandes por la casa y los mantienen alerta. Por su parte Charlie, disfruta del amor de su familia, es feliz extendiendo sus abrazos y acurrucándose con sus humanos.
Puedes conocer un poco más acerca de la labor que realiza Tania con los felinos acogidos en su cuenta de Instagram.