Mientras Omar El Oud disfrutaba de un día de pesca junto a su padre en Beirut, Líbano, vieron acercarse a un pelícano. El ave parecía que necesitaba ayuda, estaba sangrando en una de sus patas, así que los hombres trataron de ayudarle llevándolo hasta la orilla.
El Oud buscó ayuda y se contactó con el grupo de rehabilitación de vida silvestre Lebanese Wildlife. Ellos lograron sacar adelante al ave a quien llamaron Ovi.
El Oud le dijo a The Dodo:
«Cuando rescatamos a Ovi por primera vez, estaba sangrando por un corte en la pata y nos dimos cuenta de que no tenía plumas de vuelo, además de que estaba muy sucio. Más tarde descubrimos que tenía fiebre».
Pelícano agradecido no deja de visitar a quienes le salvaron la vida
El hombre entrenó al ave con el método del refuerzo positivo para cuidarlo de mejor manera.
El Oud cuenta:
“Cuando actuaba bien, le daba un pescado, y cuando no lo hacía, simplemente lo ignoraba. En menos de un día, se convirtió en un pájaro muy amigable conmigo. [Es un] animal muy inteligente».
Lamentablemente, sin sus plumas de vuelo Ovi no podía recorrer grandes terrenos, pero ahora estaba en un buen lugar donde su recuperación era algo seguro. Ali, el padre de El Oud, es propietario de un café frente al mar y confiaba que en el sector el ave podría estar a salvo. Ahora el cuidado del pelícano se convirtió en una acción comunitaria.
So I was having a bite with a couple of friends by the corniche when this fella wonders in. Apparently, he’s been visiting for the past month, looked after by the cafe owner and fishermen. And for a few minutes, the world was beautiful again. #Beirut pic.twitter.com/EGQSnq0gXE
— Lin Noueihed (@LinNoueihed) September 9, 2020
El Oud alimentaba a Ovi en el centro deportivo, pero el astuto animal descubrió de dónde provenía el delicioso pescado, y ahora era cliente asiduo del restaurante. El pelicano visitaba el lugar en busca de alimento varias veces al día.
El Oud agregó:
«Básicamente, lo que hace es pasar el rato en el restaurante y hacer lo que quiere. Pero a veces, si tiene hambre y quiere comida, viene solo porque se dio cuenta de que de ahí viene la comida».
El pelícano se ha hecho muy cercano de El Oud y su padre, y ha formado un vínculo especial con ellos. Ovi disfruta que le rasquen la espalda y el pecho, pero solo permite que se acerquen a él las personas con quienes se siente a salvo.
El Oud dice que en ocasiones llega a emitir ciertos sonidos como si quisiera decirle algo.
Después de un año, Ovi realmente disfruta de su vida en el puerto deportivo. El Oud siempre cuida del ave y trata de asegurarse de que el contacto con las personas no le afecten mucho; lamenta que su vida salvaje se viera interferida de esta forma.
El Oud dijo:
“Algo como esto nunca debería haber sucedido. Ovi no debía haber estado en esta posición, pero desafortunadamente, las reglas con respecto a las aves libanesas no se aplican bien».
El pelícano agradecido sabe que es cuidado por las personas del restaurante, y sus protectores esperan que su caso sirva como un ejemplo acerca del cuidado de esta especie y de permitir su desarrollo en la vida silvestre.
El Oud dijo a The National:
“Todos aquí lo cuidan. Se ha convertido en el símbolo de este lugar. Con suerte, no se volverá doméstico y volverá a migrar. Queremos que tenga una vida que un pelícano debería tener».