Janie es una adorable gatita que fue encontrada abandonada en una carretera de Ontario, Canadá. Además de ser muy linda, la pequeña se distingue por tener un pelaje bastante especial, y las personas han quedado impactadas con su color único, que la hace parecer a un mapache bebé.
Cuando Janie fue encontrada, solo pesaba 82 gramos, pero había podido sobrevivir gracias a su fuerza de voluntad. Fue llevada de inmediato a Tiny but Mighty Kitten Rescue, un centro de rescate local que se encarga de ayudar a todos los gatitos sin hogar.
Adorable gatita encontrada en la carretera
Melissa, la fundadora del centro de rescate, acogió a la pequeña gatita para prestarle los cuidados necesarios y ayudarla a salir adelante con sus problemas.
Melissa dijo a Bored Panda:
«Janie fue encontrada sola en una acera. Las personas que la encontraron me dijeron que estaba gritando por su vida. La dejaron a pleno sol, lo que resultó en quemaduras bastante graves en sus patas traseras. Tenía alrededor de 24 horas cuando la rescaté».
La mujer tenía un plan especial para Janie, la dejó durante dos semanas en la incubadora y la alimentó con biberón hasta que estuvo medicamente sana.
Luego de unos exámenes, se descubrió que el color de su pelaje se conoce como «Fever Coat, Manto Febril o Manto de Fiebre», esto sucede cuando la madre tuvo una infección o estrés durante el embarazo y generalmente no tiene ningún efecto negativo en la salud general del gatito.
Así que no hay nada de qué preocuparse, ya que no es peligroso para Janie. Aunque es probable que pierda este color inusual cuando crezca. Ahora, lo verdaderamente importante era encontrar una madre adoptiva para Janie, y por suerte, el centro de rescate contaba con la voluntaria perfecta.
Días antes de que llegara Janie, Melissa había acogido a una gata embarazada que dio a luz un par de semanas después. Así que a la mujer se le ocurrió que el plan perfecto era presentar a Janie a la mamá gata, pero cuando se considerara conveniente.
Luego de tres días de cuidados las 24 horas, la pequeña logró alcanzar los 100 gramos de peso, demostrado un gran avance. Durante los siguientes días, Janie siguió creciendo y engordando, los parches de su pelaje plateado comenzaron a ponerse más oscuros, dando un tono especial.
Melissa dijo a Love Meow:
«Ella ronroneaba constantemente y rodaba para que le frotaran el vientre».
Cada vez que la gatita maullaba, lograba la atención de mamá June, quien miraba por una ventana cuando Melissa alimentaba a la bebé.
Melissa comentó:
«Ella deseaba mucho a ese bebé y más porque lloraba en la incubadora».
Cuando cumplió dos semanas de edad, la pequeña estaba lista para conocer a su nueva madre adoptiva; algo que todos esperaban.
Tan pronto como mamá June escuchó sus chillidos, corrió de inmediato hacia ella y comenzó a limpiar a la bebé de la cabeza hasta los pies.
Melissa dijo:
«June aceptó a Janie como suya tan pronto como pude presentarlas. June tuvo que lamerla y limpiarla durante unos buenos 10 minutos, y luego se acurrucó con todos mientras June estaba amamantando a los bebés. Fue un momento muy dulce».
Janie no se alimenta de su madre, pues lo único que conoce es comer a través del biberón, pero le encanta abrazarla a ella y a sus hermanos. Aunque se la lleva bien con todos sus hermanos; a una en especial le agradó mucho su pequeña hermana, Jasmine, la más independiente de la camada.
Estaba tan intrigada con Janie, que mientras los otros gatitos estaban haciendo payasadas, ella siempre quería estar al lado de su hermana. Cuando la gatita abrió sus ojos, comenzó a caminar, deseando unirse al alboroto con sus hermanos adoptivos y poder explorar todo el lugar.
Janie es aproximadamente dos semanas más joven que sus hermanos, pero lo que le falta en tamaño, lo compensa con su agradable actitud y hermoso pelaje.
Ella está comenzó a explorar su casa, además aprendió a usar la caja de arena por su cuenta, y trata de hacer todo como los otros gatitos.
Janie está aprendiendo a comer viendo a su mamá June, ya tiene ocho semanas y está prosperando satisfactoriamente en el cuidado de acogida.
Melissa dijo:
«Está llegando a la edad en la que podrá seguir el ritmo de otros gatitos. Cuando no puede encontrarme a mí o a sus hermanos, simplemente llora».
Después de un comienzo difícil en su vida, esta hermosa bola de pelos, está creciendo a pasos agigantados y seguramente tendrá la vida que se merece.