Mientras Gabrielle Zaffiro McLemore y su esposo caminaban por la SPCA de Pensilvania, vieron a un adorable felino, y a pesar de no estar en busca de adoptar una mascota, no pudieron evitar enamorarse del pequeño. Su sorpresa fue mayor al ver que no estaba solo, tenía una hermana y parecían muy unidos; así que la pareja llevó a ambos a casa.
Jean Ralphio y Mona Lisa como son llamados los felinos, llevan en la familia cerca de un año y sus padres realmente están felices de tenerlos en casa. Son únicos y realmente traviesos.
Gabrielle dijo The Dodo:
«Jean Ralphio y Mona Lisa son gordos como ladrones. Juntos son muy juguetones y cariñosos. Se turnan para acicalarse uno a otro y a menudo se encuentran acurrucados juntos durmiendo. Nunca están lejos el uno del otro».
Gato abre la puerta de la ducha para ‘liberar’ a su hermano
Debido al accidente de su cadera, Jean Ralphio debió ser operado y para evitar lesiones, sus padres decidieron mantenerlo aislado habilitando un espacio en la ducha del baño. Para Mona Lisa la idea fue aterradora; ella extrañaba a su hermano.
Gabrielle dijo:
«Cuando los mantenemos separados, ella maúlla a través de la puerta e intenta entrar. Ha estado un poco más necesitada de abrazos con nosotros [desde que] se separó de Jean Ralphio».
Mientras sus padres creían que Jean Ralphio cumplía su tiempo en aislamiento, vieron cómo caminaba con dificultad pero libremente por las escaleras; confundidos lo llevaron de regreso a la ducha y cerraron la puerta.
Al observar detenidamente todo descubrieron que Mona Lisa abría la puerta y liberaba a su hermano. No salían de su asombro ante la astucia de la felina.
Mona Lisa quería estar cerca de su hermano y aunque fue difícil encontrar la forma de abrir la puerta, no se dio por vencida hasta lograrlo. Pero también disfrutaba robar de la comida y usar la caja de arena de Jean Ralphio
Gabrielle cuenta:
“Sabíamos que ella probaría las puertas cerradas para ver si estaban cerradas completamente antes de esto, pero no pensé mucho en eso”.
Por ahora deben esperar un poco más para que el felino esté completamente recuperado y puedan jugar de nuevo por la casa. Mientras tanto su madre suele acompañar en la ducha a su pequeño y así supervisar las visitas de Mona Lisa.
Gabrielle añadió:
“Durante ese tiempo ella todavía le roba la comida y usa su caja de arena, pero también pasaba el rato y algún tiempo acicalándose mutuamente. Fue muy dulce y se notaba que lo animó un poco. Creo que le ha angustiado estar lejos de ella».
Mientras termina de recuperarse Jean Ralphio, su hermana seguirá visitándolo y tratando de hacer un poco divertida su recuperación para volver pronto a las travesuras de siempre.