Samantha Smart y su familia viven en Florida, Estados Unidos. Hace un tiempo escucharon el llanto de un gatito en los alrededores de su vecindario, y todos ayudaron para encontrarlo. La familia ya tenía un gato, pero todo apuntaba a que el gatito los necesitaba y lo acogieron en su hogar; la hija de la mujer le obsequió su propio juguete.
La familia no dudó en adoptarlo. ‘Ponyo’, como decidieron llamarlo, era un pequeño muy dulce.
Samantha dijo a The Dodo:
«No fue solo un maullido, fue un pequeño grito triste. Tenía todo el vecindario trabajando juntos para encontrarlo y atraparlo. Ya tenemos un gato, así que realmente no estábamos buscando agregar otro, ¡pero parecía que Ponyo estaba hecho para nosotros!».
Gatito trae su dragón al veterinario para sentirse seguro
La hija de la familia decidió darle un obsequio a Ponyo.
Samantha cuenta:
«Mi hija Violet pasó un tiempo eligiendo al amigo perfecto para que él se acostara y se decidió por Dragón. ¡Duerme con Dragón todas las noches y pasa mucho tiempo arrastrándolo por la casa!».
Cuando llegó el momento de ir al veterinario, Ponyo tenía programada su cirugía de castración, y enviaron a su dragón para ayudarlo a estar tranquilo.
La organización de esterilización Operación Catnip trabaja con gatos callejeros que deambulan libremente sin hogar, para ser castrados. Cuando Ponyo llegó allí para su cirugía, era adorable verlo ocultarse tras su dragón.
Melissa Jenkins quien trabaja en Catnip agregó:
«Cuando Ponyo llegó a la clínica, estaba muy nervioso. Todos nos dimos cuenta de que su dulce amigo dragón estaba en el trasportín con él, así que pusimos al dragón en la perrera con él. Ponyo se escondió detrás del dragón al principio y claramente se consoló con él».
Era evidente que el juguete le brindaba a Ponyo seguridad, así que lo mantuvieron a su lado en todo momento.
Melissa dijo:
«Pensamos que sería genial enviar al dragón en el mismo viaje a través de la clínica que Ponyo, así que nos divertimos dándole al dragón los mismos servicios».
Durante todo el procedimiento en la clínica, Ponyo nunca estuvo solo; su dragón lo acompañó siempre, e incluso al despertar, el juguete estaba a su lado para ser lo primero que viera y lo reconfortara luego del procedimiento.
Melissa añadió:
«Cuando Ponyo se despertaba de la anestesia, maulló y estaba comprensiblemente confundido, así que nos aseguramos de que su dragón estuviera cerca para ofrecerle algo de consuelo».
Fue una experiencia nueva para el pequeño Ponyo, que estaba muy nervioso por su visita al veterinario; pero su dragón fue un gran apoyo y lo mantuvo seguro durante todo el tiempo en la clínica. Seguramente Ponyo ahora está más unido que nunca a su juguete.
Si quieres saber más acerca del adorable Ponyo y su dragón, puedes visitar su página de Facebook.